La cara oculta del patinaje


Con la reciente edición de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi,  Rusia no sólo debutó como país anfitrión, sino que fue el escenario en el que se presentaron ocho disciplinas nuevas.  Miles de espectadores se asombraron con los maravillosos deportes que se desarrollaron sobre la nieve: esquí, patinaje, hockey, snowboard, biatlón, curling, bobsleigh, luge, skeleton.



Una de las disciplinas más elegantes sin duda alguna es el patinaje artístico. Este año con la finalidad de hacer esta competencia más atractiva debutó la categoría mixta en equipo, la cual combina el patinaje individual, hombres y mujeres, así como el patinaje en parejas, y danza sobre hielo.



El patinaje artístico sobre hielo llama la atención por los saltos, la coordinación y sincronización de los movimientos con la música. Los patinadores montan una coreografía, que  implica más que una  danza y llevar un buen ritmo, además le imprimen interpretación, actuación, dramatización. El elemento más reconocible en esta disciplina, por parte de los jueces, es el salto, el cual es calificado desde su preparación, transición, despegue, suspensión y aterrizaje. Nada fácil, pero los profesionales nos hacen creer que lo es, ahí está el truco.



Hombres y mujeres con cuerpos estilizados, movimientos coordinados, espectaculares vestuarios, captan la atención del público, muestran sus habilidades y la capacidad que tiene el cuerpo humano para realizar sorprendentes acrobacias, cualquier hazaña sobre el hielo y giros en el aire, piruetas. Los atletas se ven tan ligeros que dan la apariencia de que no les cuesta trabajo hacerlo.



Quizá el ojo humano no alcance a captar a detalle todos los movimientos y las acciones de los artistas sobre hielo, pero gracias a la lente de las cámaras es posible ver cada acto, apreciarlo y valorar más el trabajo de los deportistas.



La tecnología y las nuevas cámaras tanto fotografías como de video nos ofrecen un mejor ángulo de la ejecución de los patinadores, acercamientos, repeticiones instantáneas y pausadas que nos desvelan lo que no es perceptible a primera vista.



La innovadora cámara Phantom graba video a alta velocidad y con gran resolución, arriba de los 45 cuadros por segundo, por lo que cuando se reproduce a velocidad normal [30 cuadros por segundo] el resultado es una imagen lenta con un detalle impresionante.



Las imágenes que aquí les presentamos, y que descubrimos a través del sitio Sad and Useless,  muestran el lado no tan elegante del patinaje, pero retratan muy bien las caras y los gestos que reflejan el esfuerzo, el trabajo, el nerviosismo, la angustia, el coraje, la emoción, el entusiasmo, la pasión con la que cada atleta realiza su rutina, con el anhelo de subirse al pódium y hacerse merecedor de una medalla.



Rostros que reciben el impacto del aire producto de la velocidad a la que se desplazan los cuerpos, dan como resultado simpáticas fotografías con toque de humor de caras contorsionadas, deformadas.



Terribles gestos que se dibujan en los rostros de los patinadores para poder realizar tan admirables actuaciones, pero que tanto trabajo les demanda, al grado de revelar la cara oculta, algunas graciosas y otras más bien siniestras de las estrellas del patinaje artístico.



Comentarios

  1. Está buenísima la nota, que padre que muestren aquello que uno pasa desapercibido. Abrazos.

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