Intoxicación visual
Una
de las principales características de
las grandes ciudades del mundo es su ritmo
de vida acelerado, el caos, el estrés, se encuentran en constante movimiento, como si no descansaran nunca, como si jamás les
bajaran el switch. Megaciudades de las cuales algunos habitantes quisieran huir
para encontrar una vida más relajada, sin tener que desplazarse de un lado a
otro con tanta velocidad, pero que
otros, a pesar de todo, disfrutan y encuentran la belleza de las grandes urbes, justamente en estas particularidades
que las hacen embriagadoramente excitantes.
El dinamismo, la energía y el movimiento de
importantes capitales del mundo, pero en especial una, ha
cautivado a una artista del pincel.
La pintora polaca, Alexandra Pacula retrata el esplendor, el ritmo acelerado de la ciudad que nunca duerme, donde las
calles se inundan de taxis amarillos,
de la moda, donde se encuentra uno
de los parques más famosos del mundo, el Central
Park, la llamada Gran Manzana,
el escenario de muchas tragedias y
catástrofes retratados en la pantalla
grande y series de televisión. Adivinaron, nos referimos a Nueva York, metrópoli en la que reside
la artista, y que ha sido objeto de
inspiración para crear su obra.
Pacula
plasma imágenes similares a los momentos
que captaría la lente de una cámara fotográfica con la técnica de larga exposición y una baja velocidad de obturación, sólo que
ella lo hace con pintura de aceite sobre
lienzo.
Así
como la fotografía de larga exposición permite capturar la trayectoria de un móvil y hacerla visible como una
suerte de línea continua e ininterrumpida, que además es más espectacular y se
consigue una mejor visibilidad cuando se lleva a cabo con objetos luminosos en ambientes oscuros, la pintora produce hermosas postales de los paisajes urbanos neoyorkinos como si
fueran una instantánea.
El
objetivo de Alexandra es retratar los
ambientes nocturnos y la luminosidad que da vida a esa ciudad llena de movimiento,
donde los habitantes, el transporte y todo lo que se mueve lo hace a un ritmo agitado, de ahí que a
su obra la haya titulado veloCity.
No
crean que son fotos mal tomadas, movidas o borrosas, veloCity es un trabajo
que mezcla abstracciones fotorrealistas
con el impresionismo y el expresionismo.
Alexandra Pacula describe su obra como: “Mi trabajo
investiga un mundo de intoxicación visual; capta momentos de encanto, que se
asocian con la vida nocturna urbana. Estoy fascinada por el ambiente de la
ciudad de noche y sus cualidades seductoras. La turbulencia impresionante de
los vehículos y los peatones apresurados evocan sentimientos de asombro y
desorientación. Las luces brillantes se convierten en un paisaje mágico con
oportunidades atractivas y promesas de satisfacción.”
Para
crear las láminas llenas de ráfagas de
luz, color y movimiento, la artista observa,
se documenta y se concentra en cómo la mente, a través de la mirada, percibe y evalúa el espacio en el que se
encuentra inmersa.
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