Hierroglíficos
Algunas
manifestaciones artísticas se han
visto beneficiadas con el uso del metal,
tal es el caso de la escultura.
Durante
muchos años, el ser humano se ha
dedicado a malear y dar forma a ese elemento químico que se caracteriza por
ser buen conductor de calor, con la
finalidad de utilizarlo en un sinnúmero de actividades cotidianas. El hierro, el metal que es considerado el
más duro, y las aleaciones de acero y bronce
se han convertido en grandes aliados en
el desarrollo de la humanidad, al grado de también ser elementos destacados, y a
los que recurren los escultores, para crear obras de arte.
Cuando
se trata de darle forma al metal, utilizando
un material lo suficientemente fuerte
como para tratar de resistirse al cambio, el artista estadounidense Frank Plant se las ingenia para crear extraordinarias esculturas de hierro.
Plant
ha desarrollado su trabajo
fundamentalmente con base en el metal. La soldadura en hierro siempre ha sido el medio y la materia prima para crear esculturas bidimensionales y tridimensionales
cinéticas, en las que además del metal utiliza
objetos reciclados, muy al estilo del arte povera.
El
arte
povera es una expresión italiana que significa “arte pobre”, que define a un estilo de corriente estética que se vale de objetos de desecho o considerados sin valor real ni artístico,
fuera del alcance de conceptos como lo bello, lo estético o lo exquisito.
Cuando estos elementos son incluidos en la construcción de una obra
artística es cuando adquieren su verdadero valor e importancia dentro de la
creación.
Frank Plant además de utilizar el hierro como el protagonista de su trabajo,
se vale de él para producir figuras que
manifiestan deliberadamente una crítica a la sociedad contemporánea, a
temas relacionados con el consumo, la
política, la violencia, la cultura corporativa, el terrorismo, la religión, la
planificación urbana.
Las
esculturas de Plant se ven tan ligeras, con trazos tan delineados y
definidos que dan la impresión de ser dibujos
hechos con tinta o lápiz.
Siluetas de hierro que
trascienden,
pues a pesar de aparentar una ligereza
por su contorno tan definido y marcado, el metal con el que están hechas, son
la metáfora perfecta del fuerte
contenido y la carga conceptual
que conllevan. Piezas a las que Frank gusta llamarles “hierroglíficos”, dibujos en metal que en su mayoría contienen un mensaje de denuncia social.
El
proceso de diseños y transformación del
metal sin duda es una tarea que debe recaer en manos expertas en la manipulación de este material, con la habilidad y destreza para crear una obra
original.
Frank
Plant nos demuestra que el arte lo
podemos encontrar materializado en todas partes y con toda clase de
objetos, algunos de ellos los utilizamos en la vida cotidiana, y son lo que
adquieren mayor valor y que al final admiramos más, debido a que nos sorprende
ver cómo artículos que tenemos al alcance de la mano pueden convertirse en
verdaderas piezas de arte.
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