Tipografía en movimiento
Todos tenemos imaginación y creatividad, quizá algunos traen estos
elementos desde que nacieron y otros tienen que trabajarlos para
desarrollarlos.
Los retos imaginativos están presentes en la vida cotidiana. Encontrar
cómo resolver los problemas que se presentan es una tarea que requiere el uso
de las neuronas y paciencia para encontrar las herramientas que llevarán a la
resolución.
En Diseño, una de los trabajos más completos, pero también complejos, es
la inventiva de diversas tipografías. Si en la niñez se trabajó duro para
aprenderse el abecedario y los números, en esta etapa vuelven a ser unos
enemigos, porque cada carácter debe guardar la semejanza en sus trazos.
En el plano computacional, principalmente en el Word de Office, jugar
con las diversas tipografías se llega a convertir en una actividad lúdica, con
el fin de hacer atractivo y llamativo el texto que se elabora.
Hay una infinidad de formas para las letras y números. Cada quien elige lo más adecuado de acuerdo a quién se le entregará el escrito o dónde será
colocado.
Estos trazos alguien los inventa o uno mismo los hace en el papel.
Cada quien tiene su forma de escribir, su distintivo, dirían “está es su
letra”.
La artista gabacha Becca Clason es una fanática de las letras y los
números. Su pasión radica en hacer diferentes formas de escritura,
sólo que ella se destaca por algo: sus tipografías son temáticas, si tratan de
comida, las elabora con comida; si el texto va sobre café, los granos están
presentes.
Sus trazos orgánicos se presentan entre los estático y lo dinámico,
utilizando el stop-motion como aliado infalible.
Si les latió lo que vieron y quieren mirar más de Becca, sólo den click
en su nombre.
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