La dinastía gris
Un póster pegado en la pared de una oficina gubernamental tenía una leyenda que pasó a
ser parte de la cultura popular de las series de ciencia ficción: I Want To
Believe.
Esta consigna son un conjunto de palabras de las que un gran cúmulo de
personas comunes y silvestres, científicos y astrónomos toman como ejercicio de
vida para seguir mirando hacia la inmensidad del espacio… como lo hizo Mulder
hasta el último capítulo de los Expedientes Secretos X.
La religión que se profesa por hurgar en la oscuridad del espacio con la
esperanza de encontrar algo más allá, permite seguir creyendo que no somos los
únicos en el espacio. Las investigaciones continúan día a día y parece que se
van encontrando datos que permiten echar por la escotilla esa soledad
galáctica.
Unos días atrás, científicos de diversas nacionalidades e instituciones
de investigación gubernamentales y académicas, regresaron al planteamiento de
que hay un universo paralelo al nuestro, una especie de espejo de la Vía
Láctea. Esto puede sonar irrisorio, pero los estudios están en marcha con datos
serios.
Si esto fuera cierto, rompería con la
imagen establecida de la apariencia física de los marcianos [término aplicable solo a los organismos que viven, vivieron o
vivirán en Marte], porque esos seres tendrían nuestra apariencia.
La gran mayoría de la literatura, cinematografía y series de televisión
nos manejan la fisiología alargada, de cabeza ovalada y ojos negros verticales
rasgados, con miembros largos y huesudos. Ese es el estereotipo del alien.
Así que el artista Vlad Stankovic sigue con esta línea para crear la
colección de ilustraciones The Greys, un reflejo animado por medio de GIF que
muestra la peculiar silueta. Extraterrestres que forman parte de una diversidad de razas que se denota
en la forma craneal y en la presencia/ausencia de la nariz, así como la
tonalidad del color de los ojos en estado sólido, cada uno acompañado de un
simbolismo como parte de su linaje.
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