The real Star Wars
Es innegable lo que George Lucas logró instalar en el imaginario colectivo de la cultura popular del planeta. Una historia que se debate entre el bien y el mal, batallas que suceden en una galaxia lejana pero que bien podría suceder a nuestro alrededor.
Si bien Star Wars es la saga más popular de ciencia ficción en la
historia de la cinematografía, su nombre no es una invención del creador. La
Guerra de la Galaxias va más allá del plano ficticio y aterriza en una realidad
que provocó una tensión generalizada en la Tierra.
Dicho estrés mundial lo originaron Rusia y Estados Unidos al englobar
sus problemas diplomáticos y demostrar quién era el país más poderoso en la
famosísima Guerra Fría. Un ambiente generado por ambas naciones que bailaban en
el cuadrilátero de la carrera armamentista y aeroespacial sin decidirse quién iba a lanzar el
primer golpe.
Sin embargo, el primer aventado [literalmente] fue la extinta URSS. Y
decimos literalmente, porque tuvieron la iniciativa de mandar a volar, o mejor
dicho, de poner en órbita al astronauta Yuri Gagarin, con lo cual Estados
Unidos pensó de inmediato “ya valió, ahora si nos van a espiar desde las
alturas”, y vaya alturas que escogieron.
Por supuesto que los de las Barras y las Estrellas no se iban a quedar
como los astrónomos, viendo sólo el espacio. El presidente en turno, John F. Kennedy, dio la orden de que replicaran y prepararan a sus
mejores elementos para mandarlos al espacio. Es ahí donde surge esa legión de
superhéroes envueltos en trajes espaciales que hemos visto muchas veces en las
películas que tienen como protagonista el proyecto Apollo.
Esa es la verdadera Guerra de las Galaxias, un especie de trama de
espionaje que se desarrolla en el espacio en donde convergen los buenos contra
los malos [ustedes decidan quién es quién] y que nunca tuvo un asalto real ni
nadie se dio contra las cuerdas ni tampoco visitó la lona.
Y parte de lo que se vivió a kilómetros de distancia de la Tierra fue
captado por los astronautas estadounidenses. Fotografías que fueron retomadas
por los hermanos Christian y Wolfgang Stangl para crear el impresionante video
documental titulado Lunar.
Aquí el archivo fotográfico es digitalizado de manera magistral,
utilizando aplicaciones que hacen que la imagen estática tenga movimiento,
permitiendo que el ojo humano mande la información al cerebro de que lo que
vemos es una secuencia, cuando no lo es así. La edición y el manejo de cada
encuadre es perfecto.
Disfruten la majestuosidad de Lunar [y por favor, no vean cuánto dura el
video, no se arrepentirán de lo que verán]:
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