El único ángulo
Los artistas cuando realizan una o varias obras buscan que el espectador
las vea desde todos los ángulos posibles, que aprecien en todo su esplendor la creación donde han vertido su imaginación.
Por su parte, el espectador espera al similar. Pararse frente la obra,
buscar el ángulo que lo lleve a identificarse con la obra, sentirse
identificado de alguna forma o encontrar el significado de la expresión
artística.
Las obras están hechas para ser vistas. Son llevadas al plano material
para convertirse en objeto de admiración, ser parte de la cultura colectiva
fascinada con el arte. Cada trabajo tiene el sello que tocará el corazón, el
alma y la mente de aquellos que se atrevan a exponerse frente a él.
El artista Bernard Pras juega con esta idea de los multiángulos para
apreciar el arte y se atreve y reta a los visitantes a mirar su obra desde un
solo ángulo, el único del cual se puede apreciar: de frente.
Cada creación no está hecha para que se vea por otro lado, tiene que ser
de frente para saber cuál es la intención. Se preguntarán el por qué del
ángulo: resulta que su labor se enfoca en colgar objetos que en unidad dan
forma a un ente de la cultura popular, y otros que no entran en esta categoría.
Su materia prima son “los desechos plásticos, píldoras, cajas, bolsas,
paquetes, muñecas, juguetes, instrumentos musicales, objetos domésticos” y todo
lo que contenga un color fuerte, llamativo, que resalte a determinada distancia.
Para ver más de Pras, den click en su apellido y listo.
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