Una colección imperdible
En estos tiempos hay un fenómeno y grupo de personas que crecen de forma
sorprendente: los coleccionistas.
Quizá siempre han existido, pero ahora con las redes sociales el suceso
se expande y llega a muchas latitudes. Se colecciona de todo, muchos artículos
se convierten en un culto, en objetos del deseo de miles que buscan con
desesperación tenerlo en su poder. Lo inimaginable se colecciona.
Lo más común son llaveros, tazas, figuras de acción, cochecitos,
playeras, discos, películas o libros. Precisamente estos dos últimos artículos
provocan una fascinación desbordante, sobre todo si tienen una historia detrás
del contenido o si son ediciones muy antiguas.
En otras ocasiones son las portadas lo más representativo porque fueron
diseñadas por algún artista de renombre o por los simbolismos que conforman
una historia que será contada desde dentro, al reproducirlo o leerlo.
La portada es la llave para que alguien entre a ese mundo de fantasía.
Si no tiene los elementos para atrapar al lector y cinéfilo, podría ser que el
producto esté condenado al fracaso.
Jonathan Burton es un diseñador que cuenta con una destreza excepcional
para concebir en una ilustración lo que se está a punto de leer y ver. Su
capacidad de síntesis queda de manifiesto en el manejo de las cualidades que
destacan de un libro o una película.
De esta manera, concibe una colección de portadas reversionadas de
cintas clásicas y literatura popular que muestran un manejo adecuado de los
colores, personajes y tipografía que nos remite al contenido de la creación
visual y literaria.
Para conocer más de Burton, den click en su apellido.
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