La espera desespera
Siempre que mi mamá
preparaba todo para inyectarme me
generaba una inmensa ansiedad esperar
a que la aguja atravesara la piel. Sentir el algodón húmedo por el alcohol
sobre la dermis para que diera paso a la jeringa y ésta hiciera lo propio, era
inquietante, lo único que deseaba es que de una vez por todas, mi madre
enterrará la aguja y sentir la sustancia correr.
Dicen que la espera
desespera, y más cuando se espera para que algo ocurra y aunque el
tiempo de aguardar se vaya reduciendo, la
ansiedad se va incrementando, pues sabemos que está más cerca.
La espera desespera inquieta, la
paciencia se desgasta, la ansiedad se incrementa. ¿Les ha
pasado? Están aquellas inquietudes por saber qué hay en la caja de regalo, por
saber si pasamos o no el examen, por saber si ese alguien nos llamará, hay
otras situaciones que también roban la
tranquilidad, las que generan un sentimiento
de temor expectante cuando algo terrible
está a punto de ocurrir.
La revista Kinfolk
dedicó una edición a “En anticipación ansiosa”,
la cual habla de la adrenalina, ésa
hormona y neurotransmisor que fluye en nuestro sistema nervioso autónomo cuando algo malo está por suceder.
El fotógrafo Aaron
Tille y el director artístico Kyle Bean fueron los encargados de ilustrar el tema con elementos visuales que expresan
acertadamente lo inquietante que resulta esperar. Sus fotografías muestran creativamente una situación desastrosa que
va a acontecer.
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