Cuando se te prende el foco
Alguna
vez han dicho o han escuchado a alguien decir “de tu arte a mi arte” aplicándola a una obra de arte que les parece muy sencilla, una idea muy básica que
fue materializada. Pues aunque a veces seamos muy críticos y nos preguntemos
porqué cierta pieza está exhibida y es presentada con bombo y platillos si se le hubiera ocurrido a cualquiera.
Resulta
que ese cualquiera, al final resultó ser el artista, que supo hacer realidad lo
que tenía en la mente.
La
inspiración puede provenir de donde sea,
de quien sea, una persona, un objeto, un animal, una, flor, un paisaje, todo
consiste en saber estar atento, ser observadores y, en ocasiones, las ideas surgen de donde menos lo imaginamos,
de la nade se nos puede “prender el
foco”.
Al
fotógrafo alemán Lucas Zimmermann, se le prendió no sólo un foco, sino los
tres que forman parte de los semáforos.
Obsesionado
con la posibilidad de que la luz sea visible en la niebla, se dio a la
tarea de fotografiar la luz emitida por
los semáforos en su serie Traffic Lights 2.0 (es 2.0 porque
previo ya hay una primera entrega de esta colorida serie), convirtiendo la luz de un objeto tan común en una obra de
arte.
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