Los tenis ¿colgantes?
Los barrios populares ofrecen un colorido excepcional que la modernidad
suple con la tecnología y el capitalismo desmedido. En los barrios podemos
encontrar un cúmulo de imágenes únicas que se quedan grabadas en el gusto
colectivo.
Entre los grafitis, los partidos de futbol en el arroyo vehicular y los
chiflidos sonoros y armónicos de los habitantes se pueden observar, sin duda
alguna, los clásicos tenis colgados de los postes y cables de luz.
Para aquellos que han puesto atención, es posible que la duda crezca tan
rápido como el pasto en época de lluvias del por qué están ahí, si algunos
hasta parecen estar en buenas condiciones, también están los que se merecen ese
destino por las pisadas que llevan encima.
Los tenis colgantes son un detalle que caracteriza la cultura popular de
muchas colonias. Años atrás se pensaba en la broma a algún incauto que por
azares del destino permitió que se los quitaran, los anudaran y fueran lanzados
al cielo, enlazándose con el cable o el poste.
En la actualidad los tenis en el cielo tienen otro significado, por lo
menos en México. Si los ven nuevos significa que en esa calle hay un punto de
venta de droga al mayoreo, por el contrario, si ya se ven desgastados, la venta
es al menudeo. Un juego simbólico que emplea el crimen organizado para informar
a sus clientes dónde pueden encontrar lo que buscan.
El hecho es triste, sin embargo, la batalla no está perdida, ya que en
Europa se encuentra el artista español Pejac que tiene una referencia distinta
a esos tenis que fueron puestos en órbita.
Pejac realiza una serie de instalaciones en el este de Londres donde los
paseantes se encuentran con la sorpresa de ver los tenis por los aires, de
manera literal, porque no están colgados, sino que desafían a la ley de la
gravedad y se encuentran suspendidos hacia arriba, por ello el trabajo lleva por
nombre Downside Up.
Comentarios
Publicar un comentario