Minimalismo musical
La música, categorizada de manera más que correcta como una de las
bellas artes, representa el universo para millones de personas en el mundo. De
ella viven infinidad de personas, y no necesariamente en términos económicos,
aunque claro está, deja dividendos muy buenos.
Los músicos son artistas, generadores de sonidos que con su capacidad
creativa logran conjuntarlos, otorgando atributos como el ritmo, melodía y
armonía. Y aunque no lo parezca o suene increíble, los silencios forman parte esencial de la música.
Tiene la infinita cualidad de transportarnos por confines que sólo
nosotros podemos conocer, lugares que se encuentran en un espacio recóndito de
nuestra existencia, que no pertenecen a la materialización de la realidad.
Los influjos de las ondas sonoras tiene efectos de todo tipo en las
personas, no importa el género que sea, hay esa virtud de entrar por el oído
y comenzar a generar una explosión de sensaciones al interior del cuerpo.
Es probable que muchos puedan describir con gran detalle lo que sienten
al escuchar las notas musicales o los tonos vocales; otro porcentaje no
encuentra las palabras para narrar lo que recorre sus fibras
nerviosas.
La melomanía es entendida como un “amor desordenado por la música”. No
sabemos que tan ‘desordenado’ puede ser, pero es inobjetable que de alguna
manera mágica ordena las cosas que suceden en el corazón y en la mente.
¿Qué sería de la vida sin música? Beethoven decía que era una revelación
mayor que toda la sabiduría y la filosofía; Mozart fue más determinante al
mencionar que la música era su vida y su vida era la música y quien no entendiera
eso, no era digno de Dios.
Einstein en algún momento declaró que si no hubiera sido físico lo más
seguro es que fuera músico, ya que todo lo veía, soñaba y pensaba en términos
musicales [por cierto, tocaba el violín].
Una frase que puede acercarse a todos nosotros y que refleja una de
tantas realidades la dijo Kurt Cobain: “Normalmente, cuando una persona tiene
un problema serio en la vida, se refleja en su música”. Conocemos y una gran
cantidad de canciones y discos inspirados en las problemáticas personales, pero
también de pasajes extraordinarios. La música te puede llevar de la alegría a
la tristeza, y viceversa, en cuestión de segundos.
El artista Duane Dalton es una persona sensible a los pasajes sonoros,
un fiel creador de minimalismo y diseño reductivo capaz de mandar un mensaje
con pocos elementos visuales.
Con esta sensibilidad que transpira, se dedicó a crear la colección de
ilustraciones Album Anatomy, una exploración por el arte musical de varios
cantantes y bandas de música que le inspiró a recrear el arte gráfico de un
disco por medio de elementos visuales mínimos.
Cada pieza del tracklist es descompuesto en una imagen que plasma dentro
de un universo y que conlleva información, datos que le tocaron la sensibilidad
y que fueron vertidos en trazos. Su arte es intimista, quizá otras veces
subjetivo y comprendido sólo por él.
Cada uno de los discos elegidos ha tenido un impacto frontal en su vida.
Estas tapas son una ventana a sus sentimientos y tuvieron efectos contundentes
sobre él y cada vez que los escucha le provocan nuevas sensaciones.
Para conocer más de las obras minimalistas de Duane Dalton, den click en
su nombre.
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