Fantásticos flipbooks
Antes,
mucho antes de que la tecnología nos alcanzara y nos sorprendiera en el campo
de las artes visuales, ¿recuerdan cómo
se hacían los primeros videos animados? Claro, no porque hayan vivido en la
época en que aparecieron las ilustraciones
con movimiento, pero tal vez tengan una idea o se hayan documentado de los
inicios de la animación.
Seguro
han visto las viñetas y los bocetos o conozcan los storyboards,
esas ventanas que muestran una serie de imágenes en secuencia que tienen la finalidad de previsualizar una animación o cualquier medio gráfico o interactivo,
es un guión que nos permite conocer previamente cómo se verá cada escena de nuestro visual.
Pues
bien, así como los storyboards
detallan gráficamente el guión técnico y literario de una historia; para dar vida a un personaje con la técnica
del dibujo, hace algunos ayeres no se conocía el stop-motion o los distintos programas de animación de los que hoy en
día se disponen para lograrlo, pero sí había muchos dibujantes que realizaban cientos de dibujos a mano para conseguir
darle movimiento a personajes y objetos.
La animación tradicional se desarrolló el
siglo pasado y precedió al cine, y está ligada al arte y al dibujo. Una de las primeras técnicas que se usó para
crear ilusiones en movimiento fue la de cuadro
por cuadro [frame a frame], la cual consiste en hacer un fotograma de la animación e inmediatamente hacer el siguiente.
En el cine se utilizan 24 cuadros por
segundo, por lo que se deben producir 24
fotogramas, a mano, para que al
momento de reproducirlo se vea como un
segundo real.
Otra
técnica usada es el flipbook [flip-hojear, book-libro= libro que se hojea], en
español folioscopio, aunque no es
muy común llamarle así. Seguro ya saben a qué tipo de clásica, “primitiva” o
tradicional animación nos referimos. Ésta consiste en dibujar en varias hojas de papel fotogramas para que cuando las
páginas se pasen con el dedo dé la apariencia de que el dibujo tuviera vida.
Una ilusión de movimiento creada a
partir de ese pasar rápido de páginas.
En
la actualidad el flipbook es visto más
como un elemento decorativo o de colección que como una herramienta de
animación. Aunque no para el artista
japonés Mou Hitotsu no Kenkyujo, quien retoma
la técnica para crear fantásticos libros animados.
El
trabajo de Mou Hitotsu no Kenkyujo, ha revolucionado el concepto del flipbook.
Con el uso de espacios negativos, compartimentos
secretos, color, ilusiones ópticas, ilustraciones intrincadas y elementos de papel
añaden un efecto en 3D dando origen a mágicas animaciones.
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