Crítica ilustrada a la sociedad
¿Somos una sociedad perfecta o perfectible? La primera de hecho la damos
por descontada, pero la segunda sería el gran camino para mejorar nuestro entorno en general, pero, ¿en realidad lo queremos? Creemos que la mayoría sí,
sin embargo, ¿cuánto hacemos por lograrlo? Parece que muy poco o nada.
Pensamos que con criticar y asolar al gobierno las cosas se van a
solucionar, pero no es así, requiere del esfuerzo consciente de querer hacerlo
con civilidad, simplemente hacer las cosas bien. Si así lo aplicáramos, no
habría una gran cantidad de hechos de los cuales quejarmos.
Pocas son las sociedades que realizan el ejercicio de la autocrítica,
saber qué se hace mal para aprender de los errores y no volver a cometerlos. No
existiría corrupción si no diéramos "mordida", y esto aplica desde las bajas
esferas hasta las altas de la política y los gobernantes. Si tenemos todo en
orden, no habría porqué dar dinero para que lo esté.
Los noticiarios están plagados de hechos que demuestran que vamos hacia
una decadencia social que ha elevado la punta piramidal a niveles
alarmantes que reflejan lo único importante en este mundo: el poder y el
dinero. Hay sueldos mensuales que millones de personas no obtendrían ni con
tres años de dobles jornadas.
La realidad cotidiana no anda bien en estos tiempos de globalización,
crimen organizado, desapariciones forzadas, tráfico de influencias. En cada uno
de nosotros está la semilla para comenzar un nuevo presente para tener un mejor
futuro, mientras tanto, se puede ocupar la sátira para exigir un alto a ese
camino sinuoso.
El ilustrador inglés John Holcroft sabe muy bien de esto porque
Inglaterra padeció de situaciones similares, aunque más encaminadas a las
cuestiones económicas y sociales. Su forma de aportar al discurso es creando
una serie de ilustraciones que juzgan varios hechos de la cultura occidental.
Con ingenio plasma el levantamiento del ego por medio de una caja de
cereal que en lugar de hojuelas trae pulgares levantados de Facebook. Vemos el
avance, banal o no, de los dispositivos móviles que contienen todo lo que
necesitamos, aunque la función telefónica haya pasado a último término.
Todos sabemos las ganancias millonarias que obtienen las tabacaleras,
donde la caída de ceniza es dinero para ellos. El estar como espectador de un
show político donde vemos como la clase política se infla de dólares por medio
de actos ilícitos y lucrando con la sociedad.
Para nadie es un secreto que la economía es una montaña rusa, en un
momento estás arriba y de pronto caes, aunque en algunas naciones pareciera que
los carros se quedaron sin energía, porque ya llevan muchos años varados en la
parte baja de los rieles.
Los videojuegos y la televisión son vistos como entes que alejan a las
personas de la convivencia social. Los gamers y televidentes se la pasan horas
sentados contemplando la pantalla chica, echando raíces difíciles de cortar.
Éstos y más temas son tratados en las ilustraciones de John Holcroft. Si dan click en su nombre, tendrán acceso a
su galería completa.
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