Quítate la máscara
A lo
largo de la historia las máscaras han
sido utilizadas con propósitos muy específicos
y diferenciados de acuerdo a la cultura y a la religión de las personas que
han adoptado ese objeto.
Si
nos remontamos a sus orígenes, la palabra máscara proviene del árabe “mashara” que significa “bufón”, de ahí pasó al
español en el que se le designó como una ficción
que oculta la realidad. Es por eso que cuando una persona busca guardar las apariencias o miente, se
dice que se oculta tras una careta,
aunque no es literal que traiga el accesorio en el rostro.
Las máscaras
reflejan parte de la personalidad,
pero ocultan información que no se desea
que los demás conozcan, por miedo,
vulnerabilidad o por buscar un reconocimiento.
Además
de ser utilizadas para los rituales
en ciertas culturas, las máscaras también son usadas para fines de entretenimiento, para ejemplo, la lucha libre, en la que varios se disfrazan para mantener en secreto su verdadera
personalidad. Siempre causa más intriga
no saber quién se esconde debajo de esa
tela, y cuando la apuestan contra un rival, genera expectativa conocer quién está detrás del rudo o técnico.
Hay superhéroes o villanos de historietas que
también portan antifaces para no ser
descubiertos como justicieros o ser atrapados en sus fechorías, pasar de incógnito sin que nadie sospeche que ellos
son quienes comenten ciertos actos; regularmente son personajes respetados por
la sociedad y por eso están libres de toda culpa.
Otros
que también conservan su identidad son
las botargas, quienes no sólo guardan su rostro sino todo su cuerpo que
está debajo de tremendos trajes. Estos personajes tienen la función de ser las mascotas de un equipo deportivo,
como básquetbol, futbol, beisbol; otros son parte de la marca de un producto o servicio y son contratados cuando hay promociones o eventos especiales, ellos
se encargan de animar al público.
Parte de su trabajo es estar de buen
humor para atraer la mirada de posibles clientes. Pero, ¿será que las personas debajo del disfraz también están
de buen ánimo, también estarán sonriendo cada que hacen alguna bufonada?
El
artista Alex Solis revela quiénes realmente se ocultan debajo
de algunos personajes de la cultura pop en su serie de ilustraciones Icons
Unmasked [Iconos desenmascarados].
Solis
fusiona algunas famosas personalidades,
unos de forma evidente, como Batman que
es realmente un murciélago y no Bruno
Díaz, pero el que quizá desconocíamos se escondía en el cuerpo de Grumpy Cat es Garfield, aunque suena
muy real por la personalidad gruñona del felino naranja.
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