¡Al agua bebés!


El crecimiento intrauterino es una etapa fundamental de la vida. Es un proceso complejo pues implica el desarrollo de una célula que da forma a un ser pluricelular con órganos y tejidos bien diferenciados, lo que conlleva a que muchos factores condicionen el crecimiento futuro. El crecimiento del bebé en el vientre materno comprende dos períodos: el embriogénico y el de crecimiento fetal.



El primer hogar del ser humano es el vientre materno, una habitación cálida donde nos sentimos protegidos, donde nos proveen directamente de alimento. Un ambiente acuoso en el que podemos nadar, sentirnos cómodos y relajados. Por eso es importante que las mamás también se sientan tranquilas, que estén en un estado emocional feliz evitando en la medida de lo posible el estrés, pues todo será transmitido al pequeño ser que lleva en las entrañas.


Después de pasar el proceso de gestación es importante darle la bienvenida al bebé de la manera más amable y feliz. Hay madres que prefieren un parto natural e incluso sin medicamentos y anestesia para que el pequeño no se altere.


Hay quienes tienen a sus hijos bajo el agua para que el bebe no sienta el cambio  radical de salir de un lugar tan tranquilizador y encontrarse de repente en el mundo exterior donde necesita inhalar con profundidad todo el aire que sus pulmones le permitan.


Para un pequeño podría resultar más placentero que lo reciban en el agua pues le es un ambiente relativamente familiar. Lo que no quiere decir que por haber nacido bajo el agua será todo un nadador, pero los papás pueden incitar a sus hijos desde edad temprana a continuar con la natación. Practicar esta disciplina trae múltiples beneficios en el desarrollo de los niños. Además de que los padres pueden compartir esta actividad con los bebés quienes al tener contacto tan cercano con sus progenitores los harán sentirse más seguros.


Los bebés nacen con un instinto natural para sostener su respiración bajo el agua. Tienen un reflejo instintivo que les dicta cómo mover sus pies y levantar los brazos.   No es un acto consciente y tampoco sienten el pánico como sucede con el resto de la gente cuando se sumerge en aguas profundas.


El fotógrafo estadounidense Seth Casteel tomó instantáneas de varios bebés disfrutando de un buen chapuzón. Así como el pequeñito que aparece en la portada del ‘Nevermind’ de Nirvana.


La serie fotográfica que lleva por título Underwater Babies es una colección similar a Underwater Dogs, creación también de Casteel y que aquí se las compartimos ¡Al agua perros!


Para esta compilación Casteel visitó diferentes escuelas de natación, contó con un casting de más de 700 bebés acompañados de sus padres e instructores y capturó cerca de 10 mil fotografías de las cuales 70 forman parte de un libro. 


Si quieren conocer más del trabajo de Seth Casteel ya saben sólo necesitan darle click en el nombre.



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