Recién nacidos


Cada vez que estoy cerca de mujeres que ya son madres y comienzan a intercambiar experiencias sobre la maternidad, las etapas del embarazo, lo pesado del último trimestre de gestación y el momento en que expulsaron a sus bebés a este mundo, se me enchina la piel y hasta me provoca temor e incluso hubo ocasiones en que pensé que sería mejor ni imaginar planear tener hijos.


Dicen que los dolores de parto son horribles, que debes tener un umbral de dolor muy, pero muy grande para soportar tal sufrimiento, que amamantar no es nada agradable como esos anuncios televisivos en los que aparece una joven mamá, por cierto muy bien arregladita, sentada en una silla meciéndose con su bebé, cuentan que no hay tiempo para comer y mucho menos para bañarse, sobre todo si están solas, pero siempre terminan diciendo que vale la pena y que con mucho gusto volverían a vivir la experiencia.


Muchos consejos provenientes de todos lados comienzan a surgir, todos comentan y opinan basándose en su propia experiencia como padres, con la única finalidad de ayudar a las mamás y también a los papás primerizos.


Una de las primeras recomendaciones es, antes de la llegada del retoño, tratar de dormir lo que más se pueda, pues se dice que una vez que llega a este mundo el descanso no vuelve a ser lo mismo. Los pequeñitos absorben todo el tiempo, pues requieren muchos cuidados y eso implica que los nuevos papás y, por supuesto, el bebé se acostumbren a su nueva vida.


La fotógrafa inglesa Jenny Lewis realizó una serie de retratos en los que capta a varias mamás con sus pequeños de tan sólo unas horas de nacidos, con el objetivo de mostrar a otras mujeres que no deben existir dudas ni temores al momento de dar a luz.


Lewis se inspiró en su propia experiencia a partir de la cual se sintió con la posibilidad de decirles a las mujeres embarazadas que todo iba a estar bien. La serie fotográfica esta compilada en el libro One Day Young [Un día de vida] y refleja las 24 horas después del parto.


Rostros cansados, mamás desarregladas pero no por eso menos hermosas, lucen felices con sus pequeños hijos. Lewis logra retratar las emociones de una manera bella y natural.


Jenny Lewis cuenta que “es realmente muy simple – quería contar una historia sobre la fuerza y la resistencia de las mujeres que sufren la experiencia del post-parto…Para tranquilizar a las mujeres, el parto está bien; sí, es doloroso, pero es un dolor positivo, este tiene un propósito y es sólo una parte del viaje, un rito de paso a la maternidad, para hacer visibles otras emociones que son mucho más poderosas: la alegría, el amor y la abrumadora victoria triunfante que cada nueva madre siente”.


Lewis considera que es importante transmitir un mensaje positivo en lugar de paralizar y sembrar el miedo a la maternidad y el proceso para serlo.


Para conocer más trabajos de Jenny Lewis den click sobre su nombre.

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