La vida en tiempos modernos


Ir al trabajo no tiene que ser una pesadilla, no deberíamos de siquiera imaginar que los lunes son difíciles y arrastrar la pesadez cuando incluso ya vamos a media semana. El empleo debe ser eso, un empleo, una ocupación y no referirnos a él como un trabajo que implica un esfuerzo traducido como un sacrificio que nos arrebata las ganas de vivir. Aquí es donde aplica la frase para reflexionar “¿Vivir para trabajar o trabajar para vivir?”



Desear que los días pasen rápido para que llegue de nuevo el fin de semana y poder descansar y realizar actividades distintas  a las que nuestro horario de trabajo nos permite hacer.


No deberíamos desear que la vida pase tan rápido, cuando menos los esperemos será demasiado tarde para dar marcha atrás y arrepentirnos de lo que no hicimos y no disfrutamos sólo por estar contando las horas para que llegue el día de mañana.



Vivimos en una sociedad en la que lo que importa es lo material, que nos desgastamos por ver lo que los demás tienen y tener el deseo disfrazado de necesidad de tener lo mismo. El consumismo no debería regir nuestra vida y, mucho menos, consumirnos.


Nos hemos hecho esclavos de los teléfonos móviles, cuando antes sólo eran para hacer llamadas, pronto les incluyeron el sistema de mensajería, más pronto le añadieron la cámara y mucho más pronto los celulares dejaron de ser usados para llamar, ahora lo importante es tener paquetes de datos que nos permitan acceder a internet, estar siempre conectados a una red social y enterarnos de lo que les sucede a nuestros conocidos sólo por los comentarios y las fotos que publican.



Podríamos cambiar nuestra perspectiva, la forma de ver la vida y, sobre todo, apreciarla con otros ojos, con otros objetivos. Tener más cosas, portar accesorios de marcas prestigiadas, ser populares en las redes sociales y tener miles de amigos agregados que ni siquiera conocemos, tener muchos likes, no nos dará la verdadera felicidad.


Podríamos decir que vivir la vida de manera minimalista, ya saben, menos siempre será más, la sencillez y vivir de forma más austera nos hará sentir menos agobiados y presionados.



Steve Cutts, ilustrador y animador londinense, que por cierto recién les presentamos con su corto animado In The Fall, cree que en este mundo muchas cosas deberían ser diferentes. Por eso hace una crítica social expresada en una serie de ilustraciones en las que muestra los vicios que padece esta sociedad consumista.


Cutts, para llegar a ser ilustrador se tuvo que enfrentar a la elección de trabajar en un McDonalds o estudiar Bellas Artes, ahora sabemos cuál fue su decisión. Actualmente crea videos y diseños que critican la vida moderna. Para él la locura de la humanidad es toda una inspiración.



Conozcan más de Steve Cutts dando click en el nombre.


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