Justicia vs. Celebridades
Los ciudadanos comunes, y los no tanto, en algún momento llegamos a
tener algún inconveniente con la justicia, ya sea por no respetar el
Reglamento de Tránsito [que es lo que más sucede] o por desmanes en la vía pública [que
también pasa seguido, pero ahí si no entramos] o por no respetar el
reglamento de condóminos, entre otros casos.
La llegada de los uniformados representa una alerta para el infractor, porque sabe que sí cometió una falta o porque no lo hizo y va a
defenderse [quizá aquí entraría una tercera opción: va a preparar el dinero
para sobornar al policía, lamentablemente].
En México, “El Torito” se ha vuelto un lugar famoso [hasta podría convertirse
en un sitio turístico], ahí trasladan a los “rijosos”, destacando aquellos que
no pasaron la prueba de alcoholemia.
Su fama se la ha ganado gracias a los medios de comunicación, pero no
por poner tras las rejas a los transgresores anónimos, sino porque ahí han pasado
por lo menos una noche las celebridades, personajes de la farándula y la
política que han facilitado los encabezados de los periódicos y revistas del
entretenimiento.
Cuando un personaje público comete una infracción todo se maximiza. Por
lo regular son las mismas autoridades quienes dan aviso a los medios de
comunicación para que lleguen, casi al instante, de la detención; es
inobjetable que están en contubernio, los reporteros no son omnipresentes ni
por accidente andaban con una cámara en ese lugar.
Se piensa que la ética de estas figuras debería regirse por el buen
comportamiento, conducta y civilidad al ser un ejemplo para la sociedad. En
muchos casos no sucede así. Hemos visto políticos, deportistas, actores, actrices y músicos que dieron mejores espectáculos, bajo el influjo del
alcohol u otra sustancia, que en sus disciplinas.
Seamos honestos, el morbo corroe la curiosidad por ver a los ídolos en
un estado terrenal, esas personalidades que se les ha dado un
asiento con los dioses del Olimpo. A veces no se llega a comprender que ellos,
lejos de los reflectores, tienen una vida normal como la de cualquier persona.
Cuando suceden eventos donde una celebridad se encuentra
inmiscuida, la policía, por lo general, se convierte en el que realiza el papel
de antagonista, pues el detenido utiliza su influencia para amedrentar
a la autoridad.
Este fenómeno sucede en gran parte del mundo, sin embargo, Indonesia
podría ser la excepción, o por lo menos eso es lo que trama el artista Agan
Harahap en su colección visual And Justice For All.
Esta serie se rige bajo el concepto de “cuando las celebridades son
tratadas como personas comunes en Indonesia”. Sabemos de antemano que al ser un
personaje público, el trato suele ser diferencial y, en ocasiones, preferencial
al que se le da a un ciudadano ordinario.
Lo que hace Harahap es manipular digitalmente imágenes de detenciones de
personas en Indonesia para suplantar su cuerpo por el de una celebridad.
El manejo del Photoshop es meticuloso y exacto, ya que Rihanna o Pamela
Anderson están en la escena que castigarán los medios.
Vean a estas estrellas en situaciones
bochornosas, no sin antes visitar el trabajo de Agan Harahap dando click en su
nombre.
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