El neón invade el cine
La década de los ochenta constituyó un
gran avance en la ciencia. Tiempos en los que
acontecieron hechos importantes que
cambiarían definitivamente la historia de la humanidad, en el ámbito económico, tecnológico, político y social.
Los famosos 80’s revolucionaron la forma de
vestir, los estilos de corte de
cabello, los videojuegos, la música, el nacimiento de los videoclips que ilustraron las
canciones, las películas, entre
muchas otras cosas que caracterizaron esos años.
Para los que
pertenecen a esa generación o los que pasaron por esa década, recordarán esa moda tan marcada, fácil de distinguir y
que ahora si nos preguntarán qué era lo que estaba en boga, rápidamente
enlistaríamos características como los peinados
altos levantados con crepe gracias a la
ayuda de capas y capas de laca, los amplios pantalones y blusas, las camisas y jeans remangados
y los Betacam.
Quién no
recuerda los colores fosforescentes,
esas intensas y brillantes tonalidades que veíamos en la vestimenta, en los plumones,
las cartulinas y, por supuesto, en los
anuncios publicitarios.
Si bien las luces neón no fueron inventadas por las
agencias de publicidad para hacer
los anuncios más llamativos, en su
momento recurrieron a ellas para captar la
atención de clientes.
Las luces fosforescentes aparecieron como focos, por
allá de principios del siglo XIX, con la única finalidad de iluminar.
Es hasta 1950 que comienzan a utilizarse en la publicidad iluminando el Time Square de Nueva York. En los 60, Andy Warhol, icono del Pop
Art, lleva las luminiscencias de
los espectaculares a sus dibujos, y una década después también
llegaron los colores a la ropa.
Recién
desempacados los ochentas, también
fue lanzada una de las canciones representativas
de ese tiempo, “Wake Me Up Before You
Go-Go” de George Michael, quien
en el audiovisual utilizaba unos shorts que a mitad del video se prendían
[no se asusten, no era fuego] con luz de
neón.
Por todo lo
que representaron aquellos años y su pasión
por el neón, el diseñador e
ilustrador Mr. Whaite, retoma elementos del Pop Art y los combina con
las fosforescencias para crear llamativos y brillantes carteles de películas emblemáticas que emulan a viejos posters de neón
muy famosos en otras épocas. Su trabajo lo realiza en formato de GIF animados para hacerlos aún más
vistosos.
Mr. Whaite desarrolla conceptos concretos que reúnen todo lo necesario para retratar la trama de la película.
Imprime sentido del humor, brillantez, movimiento y
creatividad produciendo una nueva versión de los clásicos carteles
y le da otro uso a las imágenes
animadas.
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