El Retoque vs. Lo Silvestre
Desde hace varias décadas las sociedades de las grandes metrópolis viven
bajo ciertos estándares que va dictando la cultura pop envuelta en los medios
de comunicación, así como el cine, el modelaje y la industria musical.
Las tendencias en la moda son la principal arma que hace rendir a sus
pies a miles de personas. Hombres y mujeres que desfilan por alfombras rojas y
pasarelas muestran las prendas que más adelante veremos en las calles.
La llegada de las redes sociales provoca que su promoción sea más ardua,
que circule a mayor velocidad alrededor del globo terráqueo y que su destino
sean millones de pantallas que se transforman en un séquito incalculable de
medir.
Por supuesto, la moda va acompañada de poses. La galantería que
se exhala y convierte en sensualidad, a pocos milímetros de la sexualidad,
porque no hay que olvidar que el mejor producto es el sexo.
La creación de fantasías eróticas y sexuales es la máquina que maneja
los engranes de miles de personas con el deseo de enrolarse íntimamente con su
personaje favorito, actor/actriz y músicos. La carne llama, la carne manda.
Cuántas veces al día o la semana se ven fotos de “amigo[a]s” en las
redes que copian el estilo de otro fotografía de una celebridad. Los resultados
por lo general no son los esperados, por lo menos no para aquellos que se
exponen a semejante y cruda analogía.
Celeste Barber es una actriz, comediante, escritora y, por supuesta, una
señorita que no cumple con los requisitos para ser una superestrella, y no por
sus aptitudes, sino por una cuestión física. Ella rompería con el estereotipo
de lo que la gran industria desea… y lo sabe.
Es por eso que prefiere poner en practica un enfrentamiento entre el
retoque y ser una mujer común y silvestre. Sin duda ella es feliz con su
cuerpo, con sus curvas que son más pronunciadas y sobrepasan las rectas de
muchas modelos. No le teme a la crítica, se burla de ella.
Su ironía la lleva a lo público gracias a su cuenta en Instagram. Un repositorio
que contiene su esencia [quizá un poco exagerada, porque su humor negro es lo
que prevalece], imágenes de su cuerpo y actitud en diferentes poses, incluso con un mínimo de ropa, que enseña sin el menor
recelo.
Su juego de fotografías muestra el lado de la farándula con la intención
de una fan que trata de emular lo que ve con resultados un poco desastrosos,
pero en realidad bastante cómicos. Su ríe hacia la cima de la popularidad y deja claro que el grueso de la población tienen que conformarse con un cuerpo
real que no vive bajo el yugo voyerista.
Si muchas y muchos se identificaron y quieren ver más de lo que hace
Celeste, den click en su nombre.
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