Cualquier parecido con la realidad...
El ser humano tiene en el ADN un gen que le permite mofarse de lo que se
le presente en su vida cotidiana, ya sean situaciones, personas, animales, no
distingue entre raza, sexo y género.
La capacidad para encontrar un chascarrillo de lo que ve, lo lleva a
hacer comparaciones que pueden arrancar desde una sonrisa hasta una carcajada
en los demás. Es ahí cuando ciertas personas se convierten en el centro de
atención de los demás y/o se vuelven cómicos o los payasos de las reuniones.
Los mexicanos tienen una capacidad inherente de reírse, burlarse de lo
que sucede en su medio, incluso la muerte lo divierte. Para algunos puede ser
una falta de respeto, para otros es la vida misma dentro del jolgorio. Las
situaciones más terribles representan una burla, y en estos tiempos de redes
sociales, un buen meme.
Quizá la actividad más recurrente del humor es la comparación: si está
Gordito, es Ñoño el del Chavo del 8; si está flaco, es Viruta, el inseparable
amigo de Capulina; si usa lentes, es cuatro ojos; si tiene el cabello
levantado, tiene pelos de puerco espín; si su caminar es parsimonioso, es la
Pantera Rosa, y así un sinfín de analogías y sobrenombres.
Pero no sólo en México suceden estas cosas, en Francia hay fotógrafo que
responde al nombre de François Dourlen, quien con la ayuda de su iPhone
disfruta de alterar la realidad que tiene enfrente.
Su teléfono celular está plagado de imágenes de personajes populares que
superpone a una escena real, ya sea del medio animal, vegetal, cotidiano y
humano, dando como resultado otra imagen como en el caso del rostro de Donald Trump
con el cuerpo de una figura de Ronald McDonald.
Disfruten de estas peculiares imágenes de Dourlen, y si quieren ver más
entren a su cuenta de Instagram dando click aquí.
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