Los trazos de la maldad
Asesinos, psicópatas,
muertos vivientes, caníbales han aparecido en
el cine para hacer de la vida de los protagonistas una pesadilla. Ejemplos
hay muchos: Freddy Krueger, Eso, Chucky,
El Guasón, Jigsaw. Uno de los malvados considerados de los más temibles en
la historia del cine es Hannibal Lecter,
el personaje interpretado magistralmente por Anthony Hopkins.
Muchas
han sido las caras de la maldad que
se han asomado por la gran ventana del séptimo arte. Alfred Hitchcock, el maestro del suspenso, decía que “Cuanto
más elaborado sea el malo, mejor será la película”. Villanos que
por su personalidad y sus crueles actos han llevado a la maldad a su máxima expresión.
¿Por
qué existen los malos en las películas y por qué nos gustan tanto? Al espectador le llaman la atención los
villanos siempre y cuando sean bien logrados, que sea creíble su maldad,
tanto que haga creer que es posible en la vida real. Existen, porque si hay un
lado claro debe existir un lado oscuro. Todo indica que estos personajes viven
y gustan porque son una especie de catarsis,
funcionan como una válvula de escape.
Ser buenos en la vida diaria
es un papel difícil de representar, requiere mayor trabajo que el que exige un ser malvado,
transgresor, por tal es que los villanos aunque
son negativos y desagradables, provocan
en el espectador un sentimiento de atracción, pero también de aversión.
Hay
villanos que tienen algo especial y
por eso es posible que nos provoquen cierto grado de empatía. Jan Martí autor del libro ‘Los malos del cine’ cree que hay distintos tipos de villanos con los cuales nos identificamos.
“Hay malos que tienen aspectos positivos que nos atraen y nos hacen olvidar
o dar poca importancia al hecho de que
son asesinos, maltratadores, como Hannibal Lecter. Entre los que no tienen
elementos marcadamente positivos hay algunos
que nos divierten y nos convierten
en niños traviesos disfrutando de lo prohibido, como El Guasón. Los que nos ayudan a liberarnos de alguna
frustración personal, que normalmente son personajes vengativos, como Max Cady
de ‘Cabo de Miedo’”.
Hay otra categoría en la que clasifica a los
verdaderamente malos y en la que cree entran aquellos que no generan nada de conexión con el espectador,
por ejemplo Amon Goeth, el nazi de ‘La lista de Schindler’.
La
diseñadora gráfica Sofia Ayuso,
originaria de Portugal, se ha inspirado en los rostros del cine de terror y el thriller para crear su obra ilustrada titulada Horror
Related Characters.
Una colección minimalista que rinde tributo
a los personajes espeluznantes de las
películas de terror clásicas, como las gemelas
de ‘El Resplandor’ y Freddy Krueger de
‘Pesadilla en la Calle del Infierno’.
Ayuso utiliza líneas negras simples para
ilustrar cada personaje, respetando las características
esenciales de cada uno, sus trajes,
peinados, accesorios. Eso hace fácil su reconocimiento al ver las imágenes.
Con
unos cuantos trazos y sin necesidad de dibujar el rostro,
Ayuso logra captar la esencia de los
personajes más icónicos de famosas películas y novelas de terror.
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