El niño que llevamos dentro
Resultaría
una mentira no admitir que todos llevamos un niño dentro. Las características que
hacen que el ser humano en su etapa adulta tenga comportamientos juguetones e
inquisitivos hacen un retrato fiel a esta consigna infantil.
Es muy
curioso, después de que se llega a los 30 años y más, recordar todo lo que se
hacía de niño. No hay preocupaciones adultas –los pagos de servicios, la
despensa, colegiaturas, etc.-, la única responsabilidad, como decían -o dicen
los padres- es estudiar, y una que otra labor en casa.
Algunos
podrán verse identificados cuando llegaba el papá o la mamá con un juguete
que uno ni siquiera pidió. El progenitor se excusa con cierta pena diciendo que
siempre lo quiso cuando era pequeño, entonces, quien se divierte más con el
nuevo juguete ¡son los papás! Aflora el niño que llevan dentro.
¿Qué pasaría
si tuviéramos la oportunidad de sacar ese niño que llevamos dentro -físicamente-
pero en nuestra edad adulta? Ese es el objetivo sobre el que trabajó el director de arte y retocador
Cristian Girotto con la ayuda del fotógrafo Quentin Curtat para darle ese toque
infantil a varias personas a través de fotografías para su serie L’Enfant
Exterieur.
Lo que ellos
muestran es un análisis de que tuviéramos esa posibilidad, mostrando el mundo
de los adultos con la imagen de los niños. Recuperar ese brillo y blancura de
los ojos, algo que ahora sólo podemos ver de color rojo o amarillento. Las
manos y brazos gorditos que hoy son suplantados por dedos manchados por la
nicotina o por el temblor de las presiones diarias.
Girotto con
su muestra sólo nos quiere decir que la vida debe ser diversión, las cosas no
deben tomarse tan en serio, al fin y al cabo, los niños sólo quieren jugar.
Está fantástico el artículo!!...Que distinto sería el mundo si tomáramos las cosas con la espontaneidad e inocencia de los niños...por eso hoy, acepto sorprenderme, reírme y divertirme como si tuviera 5 años… Gracias Indie!!!!
ResponderEliminarMe encantó!!! jamás debemos dejar de asombrarnos hasta por las cosas que creemos son insignificantes. Todo, a cualquier lado al que volteemos tiene su detalle sorprendente. Cada día al miranos al espejo deberíamos poder ver al niño y no al adulto.
ResponderEliminarcoincido con los otros anonimous, IE me gusta el artículo. Quiero una foto como las ilustraciones que nos has compartido, están de 10!
ResponderEliminarEstán increíbles las fotografías. Estaría genial siempre vernos así ;)
ResponderEliminarEste Indie Emergente cada vez me S O R P R E N D E MáS! me hace el día y ahora con esta nota más. Ya quiero salir de la chamba para irme a mi casa a jugar ¡jajaja!
Muchas Felicidades IE - El Sam, ya tenía ansia por leerte. Está de lujo y veo que le ha ido súper bien. Vientos por el artículo. Las fotos están chídisimas. Gracias por recordarnos no olvidar a nuestro peque interno.
ResponderEliminar:-*
La Gallinita.