Deformando rostros
En
las épocas escolares uno de los aditamentos más utilizado por los padres de
familia para “forrar” los libros de texto y cuadernos de sus hijos es la cinta
adhesiva, en un sentido más coloquial se le dice “diurex”. Este material
inventado por allá de 1925 por Richard Drew para la empresa 3M nos sirve para
unir dos o más tipos de materiales, así el papel lustre y el plástico quedaban
fijos para aguantar los embates de los niños.
Existen
varios tipos de cintas que pueden distinguirse por los colores y por el uso. La
transparente es la que más se utiliza en el mundo, tal como lo hacen el fotógrafo
Wes Naman y su asistente Joy Godfrey para su Proyecto Scotch Tape con la
ayuda de sus amigos.
La
idea surgió cuando en la pasada Navidad ambos estaban envolviendo regalos y a
Godfrey se le ocurrió ponerse un pedazo de “diurex” en la nariz y lo jaló para
que se desfigurara. Naman siguió su ejemplo y se puso cinta en los labios,
girándolos para que perdieran su simetría. De esta manera surge una iniciativa
que comienza a darle vuelta al mundo.
Los
resultados de sus experimentos con sus amigos son bastante bizarros, ya que al
ver las imágenes es difícil imaginar cómo es el verdadero rostro de las
personas. No se contentaron sólo con la nariz y los labios, sino que ahora
envuelven la cara completa con cinta adhesiva en caminos que recorren
diferentes órganos haciendo que pierdan su forma.
Qué dolor cuando se retire el diurex, bueno una depiladita a nadie le cae mal jajaja. Por lo menos cuando los modelos se retiren la cinta volverán a tener un rostro normal, porque hay quienes sin diurex están así y ni como ayudarlos.
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