Una nube luminosa
Existen una gran cantidad de personas que gustan de mirar al cielo para observar paso a paso el camino de las nubes. Esos algodones formados por cristales de agua que se desplazan distancias largas, dejándose llevar por el viento.
Por el gusto de tener su propia nube sobre la cabeza y
poderla compartir con los demás, el artista Caitlind r.c. Brown hizo una
instalación interactiva a gran escala para el festival de arte Nuit Blanche
Calgary en Alberta, Canadá, llamada CLOUD.
El trabajo consistió en diseñar una estructura de acero y
montarle más de 6 mil focos de bulbo de uso doméstico -5,000 fueron donados y
reutilizados- y sus respectivas cadenas de metal para encender y apagar la nube
de Brown.
El público asistente tiene la posibilidad de adentrarse en la magia de la
luminosidad que despide cada foco e interactuar con la luz y el espacio que
tiene. Fuera de la nube, las cadenas simulan una lluvia que está cayendo sobre
cada persona, y si se eligen bien las tiras metálicas, se podrá ver cómo se
ilumina un rayo en la superficie.
qué padre nota!!!
ResponderEliminaracabas de provocar mi deseo por tener una nube en mi cuarto jejeje
Pues es buen momento de ir empezando a diseñar tu estilo de nube y a recolectar focos ahorradores... Gracias.
ResponderEliminaraunque sean ahorradores es mucho gasto ¿no lo creen? hola cuatito.(risas)
ResponderEliminarEstá genial!!!! Es el ideal para las que amamos la lluvia... Yo quiero una también!
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