¿Cómo es tu cena?

Dicen que de los tres alimentos que debemos de ingerir al día, el desayuno es el más importante. Una vez que eres estudiante de preparatoria, universidad o perteneces a la comunidad económicamente activa, ese alimento pasa a segundo, tercer o cuarto plano.

Después sigue la comida, donde la mayoría nos atascamos pensando en reponer el desayuno más la energía que nos dé oportunidad para llegar a la noche. En la comida es donde se concentra un gran potencial de lo que más adelante será la gordura nuestra de cada día.

Al final del día llega la cena. Los nutriólogos recomiendan que sea muy ligera; evitar al máximo meterle mucho porque provocará pesar y, una vez más, la obesidad hará acto de presencia de manera paulatina y silenciosa.

En la cena hay otros tantos que desquitan lo que no pudieron jambarse durante el día. Comer como si se fuera acabar el mundo a la mañana siguiente no es muy recomendable. Sin embargo, hay familias que llevan su propio modus viviendi para realizar el rito de la cena.

La artista conceptual Louis Bielefeld considera que las reuniones sociales muestran “las conexiones personales y las cualidades humanas”. Es así que emprende el proyecto WeekNight Dinners que “explora rituales, hábitos y espacios comunes que revelan detalles individualistas sobre nuestros seres privados.”

Su capacidad para captar la esencia humana después de un largo día es un respiro para que cada persona mire las consecuencias de vivir cotidianamente las dinámicas personales de lunes a jueves cuando hay sobrecarga de energía que se refleja en el cuerpo.

Y ustedes, ¿se reúnen para cenar… cenan solos… cenan fuera de casa… comparten con su mascota?

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