Los Air Jordan

La historia del glorioso número 23 de los Toros de Chicago es un hecho que ha trascendido los límites del deporte en el que se desarrolló para trasladarse a otras disciplinas deportivas, de negocios y sobre todo es equivalente a éxito.

Michael Jordan no sólo es el mejor jugador en la historia del baloncesto, es un icono de perseverancia y lucha contra las adversidades. De pequeño no la tenía fácil, sin embargo, siempre peleó por sus sueños y todos ellos se realizaron gracias a su necesidad de triunfar y ser el número uno.

Muchos pensarán que siempre fue un jugador titular en las selecciones de la preparatoria y universidad, que todos los entrenadores deseaban tenerlo en sus filas, pero la realidad es que en sus inicios todo fue una pesadilla.

En la preparatoria Jordan ocupó una posición poco alentadora dentro del equipo: se encargaba de cargar los uniformes de los jugadores, y esto lo hacía con el único fin de formar parte de la selección de la escuela, aunque no jugará. Su propósito lo tenía claro: ser la estrella de ese equipo. Un año después lo fue y comenzó la historia más fantástica dentro y fuera de las duelas.

Su rápido crecimiento, la velocidad de adaptación y el desarrollo de sus habilidades lo colocaron en los reflectores. Su ascenso fue meteórico y su paso por la Universidad de Carolina del Norte sólo sirvió para que la liga más poderosa del planeta esperara ansiosa su llegada.

Y no sólo la NBA soñaba con los llenos de los estadios por su presencia, sino las marcas deportivas batallaban por patrocinarlo, es así como pasó de usar los tenis marca Converse a los ultramegafamosos y deseados Air Jordan de Nike.

Popularmente se les conoce como “los Jordan” y fueron los primeros sneakers que recibieron una numeración. Cada uno de ellos es un clásico del calzado y un objeto de colección para los fanáticos de los tenis. Sus diseños rompieron las reglas de la estética y los mismos códigos de uso de la NBA por tener detalles en colores que la liga no permitía, incluso fue multado por transgredir el reglamento.

Jordan es el único jugador [y quizá la única persona] que logró que su imagen fuera una submarca de la marca original, en este caso Nike. Es por eso que después de los Jordan I que tenían la clásica “palomita” [swoosh] los siguientes tienen el logo del nombre de Jordan con las alas y posteriormente la mítica silueta que muestra su contorno con las piernas abiertas y los brazos en posición de clavar el balón.

Las ventas del calzado de “Su Majestad” son exponenciales y le han retribuido miles de millones de dólares a Nike y, por supuesto, a Jordan por todo el mundo. En total se conocen 29 modelos que usó durante su estancia en la NBA, tanto con los Bulls como con los Wizards de Washington, equipo al que llegó después de su segundo retiro.

Alrededor del planeta hay coleccionistas que tienen todos los modelos y ediciones especiales, además de aquellos pares que tienen el icono y que son parte del patrocinio de otros jugadores estrella de la NBA como Carmelo Anthony o Chris Paul.

Los Jordan son un fenómeno global, son sinónimo del buen juego, del basket espectacular. Son una moda, principalmente entre los raperos y sus adeptos. Las estrellas de la música y el cine los calzan con orgullo y muchos de ellos se han declarado fieles seguidores de la marca, esperando adquirir las ediciones nuevas.

Aprovechando que la semana pasada Michael Jordan cumplió 52 años, el sitio Bleacher Report le rinde un homenaje a sus preciados tenis, haciendo un recorrido animado por los 29 pares que encumbraron a una leyenda viviente con el video A History of Flight: Animated History of Air Jordan 1984-2015.

Cada una de las láminas contiene datos del momento histórico en el que pisaron las duelas, como el modelo que utilizó cuando los Bulls ganaron el tricampeonato, los Jordan VII de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 y el Dream Team [único par que en lugar de tener el numero 23 tiene el 9 por cuestiones del reglamento olímpico de basket] o el Jordan XI, primer tenis en incorporar charol al diseño.

Disfruten del video: