El detalle de distinción
Existen personas que se caracterizan por tener algo especial que los
distingue de los demás, en este caso, hablamos de algo externo, superficial.
Algunos tienen muchos lunares, la boca o los dientes más grandes, siempre
visten con alguna prenda o traen un accesorio que es el sello de la casa.
Hay unos más que sobresalen por sus vicios al alcohol, el cigarro,
incluso las drogas. En este rubro, por lo general, entran las celebridades que
viven inmersos en la fiesta sin destino final.
La diferencia entre la gente se puede dar de muchas formas, incluyendo
la raza y región del planeta donde viven. Los orientales se caracterizan por
los ojos rasgados, los nórdicos por ser extremadamente blancos o gran parte de
los africanos por la piel negra.
Pasa algo similar en los círculos sociales y profesionales: las
comunidades artística y científica, los doctores, los abogados, los burócratas,
los reguetoneros, los darketos, los skatos y una gran cantidad de nombres que
han sido catalogados como “tribus urbanas” tienen un marca que los diferencia,
teniendo una delgada línea que podría llevar a la discriminación.
La diferenciación también prevalece con la dinámica del trabajo. La
manera en que un cantante se desenvuelve en el escenario, el tipo de pasos que
ejecuta un bailarín, los descubrimientos de un investigador, la implementación de
una ideología o algo que realizó y que fue de dominio público y se convirtió en
popular.
El ilustrador sueco Patrik Svensson [quien ya se está volviendo artista
asiduo del Indie Emergente] nos vuelve a deleitar con su creatividad e
imaginación al momento de plasmar sus ideas en el papel, tomando elementos distintivos
de varios personajes.
Cada ilustración recoge características visuales de personas reales y
ficticias que integra de manera inteligente y minimalista en los nombres. Esta
serie requiere de poner atención, ya que algunos a simple vista no se
distinguen.
Las letras sufren una mutación que adquieren la forma del bastón de
Charles Chaplin, el pene del actor porno Ron Jeremy y la oreja de Van Gogh, sólo por
mencionar algunos.
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