La técnica cinematográfica
Hay una gran cantidad de seguidores en el mundo del cine de autor, de
culto o, mal llamado, de arte. Este tipo de producto se encuentra muy, muy
alejado del cine comercial, simplemente lo podemos observar en la cartelera de
las salas. Su lucha constante es contra Hollywood. El cine independiente se ve
en desventaja contra los millones de dólares en marketing que se utilizan en
promoción. Con ese presupuesto, se podría pagar todo un elenco para filmar una
película con contenido aceptable. Esta cinematografía se caracteriza por tener a directores emblemáticos en
los submundos indies por la posibilidad narrativa que ofrece a la
interpretación, que puede ser vasta dependiendo de la perspectiva que entregue
cada espectador.
Alfred Hitchcock, Wes Anderson, Darren Aranofsky o Stanley Kubrick cuentan con una legión de seguidores que conocen cada una de las tomas, encuadres y sonidos que los llevaron a ser especiales, a tener ese encanto por algo fuera de la parafernalia comercial de una industria que sólo busca los billetes verdes. Estos directores tuvieron y tienen una visión única. Su ingenio y creatividad los encumbra a posiciones que muy pocos pueden gozar. Incluso, aún en su ausencia son idolatrados con total justificación.
El artista kogomada es un entusiasta y experto seguidor de una
filmografía que nos le es digerible a un sector del público ávido de
situaciones ágiles, acción, violencia y sangre. Su capacidad para realizar cortometrajes es única. Es, ni más ni menos,
que el responsable de evidenciar las técnicas de los directores arriba
mencionados, sólo por mencionar algunos.
Disfrutemos de estas pruebas fílmicas de kogonada, y si les latió, den click en su nombre para ver más.
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