Lo extraordinario de lo cotidiano


Levantarse a la misma hora, bañarse, desayunar, ir al trabajo o a la escuela, ir a comer, regresar a casa, continuar con las tareas escolares o del hogar, tener todo listo para el día siguiente, dormir y levantarse para realizar lo mismo, es  a lo que llamamos rutina.


Incluso teniendo alguna actividad extra como tomar una clase, practicar algún deporte, continúan siendo parte de la rutina, pues para llevarlas a cabo se necesitan horarios y constancia. Es parte de nuestra vida cotidiana.


Los fines de semana o los días de descanso laboral y escolar son los que en ocasiones nos permiten romper con esos hábitos.


El que sea una rutina no significa que tenga que ser aburrida. Esa vida de todos los días no tiene que estar construida de hábitos vacíos. Hábitos de los que quizá en algún momento nos hemos quejado. Parece que la rutina desgasta, pero si intentáramos comprender de lo que se trata la vida cotidiana, tal vez tendríamos que detenernos y pensar qué es lo que está mal, la rutina o el rutinario.


La repetición de los grandes o pequeños actos de todos los días hacen que realicemos las actividades por inercia y que parezcan no tener sentido. En la repetición es donde nos perdemos, pues dejamos de ser conscientes, eso provoca que se nos haga tedioso.


Todo tiene que ver con el sentido que cada quien quiera darle a la vida y a lo que hace. Hay que echar una mirada a esos momentos, si observamos bien siempre encontraremos un nuevo detalle, algo extraordinario. Las actividades aunque son las mismas no siempre ocurren de la misma manera. Habrá algo que nos sorprenda.


Hacer algunos cambios pueden ayudarnos a no sentir que vivimos como robots o que estamos programados. Ni siquiera es necesario hacer cambios radicales. Levantarnos de la cama y bajar el pie contrario al que siempre bajamos, buscar otra ruta para llegar al mismo sitio, tomar el desayuno en otro asiento, esos detalles podrían hacer la diferencia.


La ilustradora y animadora alemana Lisette Berndt a.k.a. ‘Thoka Maer’ le ha agregado diversión a escenas de la vida cotidiana en una serie de simpáticos gifs animados.


Thoka Maer se propuso darle la vuelta al día a día con su satírica mirada a situaciones cotidianas que todos hemos experimentado.


Escenas comunes hechas con sólo lápices de colores, con un estilo lo-fi, como si fuera arte en baja calidad, pero con un toque muy personal, dan vida y movimiento a acciones frecuentes. Loops animados e irónicos, pues si bien la repetición es lo que suele agobiarnos, aquí la repetición de la animación es la que nos recuerda que hay que disfrutar cada actividad que realizamos desde que nos despertamos hasta que nos dormimos.


Si quieren conocer más animaciones de Lisette Berndt a.k.a. Thoka Maer den click en el sobrenombre.

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