La partitura de los pájaros
Definitivamente, levantar la vista hacia el cielo es una de las cosas más exquisitas que tiene la vida. En la profundidad del azul y en la inmensidad de la noche se pueden encontrar miles de historias , algunas ya contadas, otras en construcción y unas más que serán inventadas para generaciones posteriores. La mirada puesta en el firmamento dilucida un vacío que podemos llenar a través de figuras que forman las nubes, constelaciones que hablan del amor estelar. Es el hábitat de las aves, un escenario que para la vista se muestra infinito y donde pueden desplazarse con la libertad que sólo ellas conocen. Las personas tendemos a no mirar hacia arriba en nuestro andar -de igual forma miramos poco hacia abajo-. El día que lo hacemos, descubrimos cosas que al parecer siempre han estado ahí y no nos habíamos percatado. Es como cuando el conductor habitual de un auto le toca ir de copiloto, se embelesa con la cantidad de elementos visuales que normalmente no ve por pone