Celebrando la maternidad
Nada es más reconfortante, tierno y amoroso que el abrazo de un hijo . Sentir el calor que transmite una persona que lleva tu sangre es una de las sensaciones más placenteras y que llenan el alma de una inmensa alegría y felicidad. La naturaleza humana es sorprendente , llevar en las entrañas a otro ser humano es una experiencia extraordinaria . Poseer durante nueve meses dos corazones , sentir los latidos , saber que respiras no sólo por ti sino por otro ser pequeñito , es algo inigualable e insuperable. Biológicamente el cuerpo de una mujer está preparado para crear ese vínculo con su pequeño desde que vive en el vientre. Después del parto, la conexión entre la mamá y el bebé se materializa. El bebé reconoce la voz de mamá , sabe perfectamente que ella es quien le ha dado la vida, quien lo cuido desde que supo de su existencia, la que lo lleno de mimos y apapachos , la que le habló tiernamente y le manifestó todo el tiempo el profundo amor que le tiene.