Guerra de sexos
Sólo
las niñas pueden vestir de rosa, los niños de azul, los niños juegan con carros,
las niñas con muñecas. Si un joven pretende a una chica, está bien, no así si una
joven busca a un chico. Los varones son
los proveedores de las mujeres. La mujer se dedica al hogar, es sumisa. El
hombre es valiente, no llora, le gustan los riesgos.
Lo
anterior son sólo algunos ejemplos de estereotipos
que se han generado entorno a la idea
que se tiene de cómo deben comportarse
los hombres y las mujeres, los papeles
que deben desempeñar en la familia, en el trabajo, el espacio público, e
incluso, la forma como deben relacionarse entre sí. Estas ideas preconcebidas son los llamados estereotipos de género.
Aún
en la actualidad, en cualquier sociedad
del país que sea, se conservan
creencias, prejuicios, actitudes y opiniones preestablecidas que se tienen
sobre las pautas culturales y sociales que
se han fijado previamente y que se
siguen transmitiendo de generación en generación.
Es
interesante saber que los estereotipos
masculino y femenino son universales, no son exclusivos de una cultura.
El estereotipo del hombre se caracteriza
por una necesidad de dominio, agresión y
realización, mientras que el de la mujer
envuelve una necesidad de dependencia,
cuidados y afiliación.
Los
estereotipos están presentes en todos
los aspectos de nuestra vida, pero también se ha demostrado, tal vez
ustedes con amigos cercanos o en su propia experiencia puedan dar testimonio
que poco a poco han ido cambiando o si no del todo, por lo menos cada vez más hombres y mujeres comparten ciertos roles.
Ahora
hemos visto como hay féminas dirigiendo
equipos de trabajo y a hombres quedarse
en casa, manteniendo el orden en el hogar y al cuidado de los hijos. No
sólo las mujeres idealizan al príncipe azul, los varones también pueden imaginar
a la princesa y eso no necesariamente significa que busquen a alguien por su
aspecto físico, también buscan el romance y enamorarse, que los consientan, que
los pretendan.
La guerra de sexos ha sido ilustrada en una serie pictográfica a
cargo de la diseñadora china con
residencia en Alemania Yang Liu, quien desarrolló la obra Man Meets Woman en la que ilustra y
al mismo tiempo critica los supuestos
roles y actitudes de los hombres y las mujeres.
Liu aborda
el tema tabú de la división de géneros
que existe entre los varones y las mujeres a través de una serie de gráficos coloridos y simples que transmiten
clichés ancestrales recopilados en el
libro Man Meets Woman. La artista representa varios estereotipos con
la intención de mostrar lo aberrantes que son y lo absurdo de las contrapartes comunes.
Los
pictogramas son un acercamiento lúdico
al sexismo cotidiano que surge de experiencias
personales de Liu. "Como esposa
trabajadora y madre, me veo obligada a realizar una y otra vez el número de
menores y mayores diferencias que existen entre hombres y mujeres, a pesar del
debate de hoy sobre el tema y la constante redefinición de los roles masculinos
y femeninos".
“Muchas de estas diferencias surgen de
modelos tradicionales de género y son dictadas por las estructuras sociales”.
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