El arte de la exageración


Los apodos, sobrenombres o alias son nombres que se asignan a una persona en vez del suyo propio, tomando como referencia sus defectos, cualidades o alguna otra característica que la distinga.



Hay sobrenombres que podrían considerarse como deseables, en un sentido de pertenencia a un grupo, pueden simbolizar una forma de aceptación, pero también hay quienes aplican los alias con el objetivo de ridiculizar a alguien.


Defectos corporales, algún hobbie, un tic, una muletilla, el uso de determinada vestimenta, alguna habilidad física o carencia de ella, entre otros, pueden ser el motivo perfecto para que una persona sea el blanco y sea acreedor de un alias.



Otro campo que se encarga de exaltar y exagerar los rasgos de alguien o algo es la parodia, en la que personajes o ciertas situaciones son imitados de una manera burlesca y caricaturizada.


La mayoría de los mexicanos son expertos en estos temas, cuando se trata de rebautizar a los amigos, familiares, conocidos o compañeros de trabajo o escuela, la creatividad y la picardía prontamente se hacen presentes. El ingenio no tiene límites, hay apodos que superan al nombre real de las personas que incluso hasta se olvida, porque siempre se les llama por el nombre inventado.



Hay dibujantes e ilustradores que se dedican a realizar caricaturas de cualquier persona, y hay quienes se especializan en caricaturizar a personajes públicos de la política, el espectáculo, sociedad, artistas, y las situaciones en las que se ven envueltos.


Como aquellas caricaturas periodísticas donde los llamados “moneros”, que son los diseñadores y dibujantes, son capaces de crear una viñeta para transmitir al lector un mensaje que, por su subjetividad, es sujeto a múltiples interpretaciones, pero todas dirigidas al punto que el monero quiere llegar.



Las descripciones caricaturescas muestran imágenes en las cuales se retrata física y psicológicamente a las personas. Corresponden a un retrato subjetivo ya que en ellas se exponen las características de las personas desde la perspectiva de una visión personal de sus cualidades y defectos, y una exageración de los rasgos de la persona descrita.


El ilustrador italiano Marco Calcinaro ha sido muy observador de los rasgos que caracterizan a personalidades de la política, la música, el cine, las artes y les ha creado sus retratos caricaturizados.



Con humor gráfico y arte digital, Calcinaro resalta los rasgos físicos y corporales de algunas celebridades. Es así como dibuja el rostro alargado, labios prominentes y peinado alto de la que fuera cantante de soul y rhythm and blues, Amy Winehouse, a Mick Jagger y su notable dentadura, al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, y su sobresaliente mentón.


Al científico distinguido por su cabellera despeinada, Albert Einstein, a Thom Yorke al que Calcinaro no podía evitar retratar su singular corte de cabello, sus orejas puntiagudas, y por supuesto, el ojo izquierdo que es más pequeño que el derecho, entre otras figuras.



Marco Calcinaro captura en sus caricaturas el detalle, la esencia y la psicología de los personajes representados, en un tono humorístico, que dan como resultados obras llenas de comicidad, sin dejar de ser profesionales.


Si les latió la obra de Marco Calcinaro, den click sobre su nombre y apellido para conocer más.


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