Los botones del arte
Según la interpretación de los sueños, si soñamos que perdemos un botón de prendas de vestir anuncia pérdidas en los negocios, o que
se sufrirá de ansiedad por la
pérdida de dinero o de alguna propiedad. Si lo que se sueña es que cosemos o vemos cómo lo cosen es señal
de un buen augurio de felicidad en
el hogar.
También contiene otro significado dependiendo del
material del botón. Si son metálicos
presagian invitaciones, aunque si
son de oro o plata, lo que advierten
es la excesiva tendencia al gasto.
Si son hechos de madera representa éxito
laboral; los nacarados, viajes inesperados; si está forrado es un aviso para atender la salud.
Como no somos expertos en el significado de los sueños, y
hasta el momento no nos ha ocurrido ni sabemos de alguien que haya soñado con
botones y coincida su realidad con la interpretación psicoanalítica, les
diremos que de lo que estamos seguros es que perder un botón y más si es uno
de los visibles y en un momento importante,
no es nada agradable, peor aún darse
cuenta que los fabricantes no tuvieron el detalle de incluir uno de repuesto.
Algunos botones se
desprenden de las camisas, vestidos, pantalones, blusas, chamarras porque no están bien zurcidos, bien dicen las
mamás que hay que remacharlos para que queden fijos. Otra razón por la que pueden salir expulsados es por el
famoso "botonazo", cuando nos
excedemos con la ingesta de alimentos y nuestro abdomen se expande y la camisa
ya no resiste más, los botones por más que quieren cerrar filas no soportan y
viene lo inevitable, adiós botón.
Si alguien de
ustedes perdió un botón de la forma que sea y por más que recorrieron las
mercerías para encontrar uno que por lo menos se asemejará al resto de la
prenda y no lo consiguió, probablemente
nuestra artista emergente lo tenga.
La artista coreana
Ran Hwang recolecta botones de todos los colores, tamaños, diseños y materiales
para crear diversas instalaciones en
las paredes. Con ayuda de alfileres
Ran atraviesa cada botón para clavarlo sobre una superficie plana a la que con
cada remiendo le da forma a una creativa
figura.
A Hwang no le
importa pincharse los dedos para dar
vida a paisajes con relieves, árboles
de cerezo o aves en pleno vuelo.
Su trabajo puede ser visto desde diferentes ángulos, si
se observa de cerca sólo se notarán los cientos de botones, pero al tomar
distancia se verá claramente la imagen representada y la profundidad de la
obra.
Muchas de las instalaciones
de Ran Hwang están basadas en
teorías budistas, del simbolismo y la meditación, para lograr presentar intervenciones bidimensionales que
nacen de “proyectar la imagen deseada sobre la pared blanca, posteriormente
trazar el contorno y finalmente completar los espacios negativos con miles de
botones y alfileres de colores.
“El proceso de construcción
de grandes superficies consume mucho
tiempo y repetición; requiere de un esfuerzo manual que ofrece una forma de
automeditación".
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