Extraños planetas
El Universo ha
sido un misterio, aún con todas las investigaciones
y todo lo que se conoce hasta ahora, todavía lo es. Desde las explicaciones mitológicas o religiosas
del pasado, hasta los actuales medios científicos y técnicos de que disponen
los astrónomos, hay un gran salto cualitativo que se ha desarrollado, sobre
todo, a partir de la segunda mitad del siglo XX.
Imágenes
captadas con telescopios como el Hubble muestran la espectacularidad de los cuerpos que habitan el espacio revelando
algunos de sus secretos, pero que dejan la ventana abierta para seguir estudiándolos
y descifrar más de sus enigmas.
En el caso de nuestro planeta, la primera fotografía de la Tierra que asombró a la humanidad fue captada
desde el espacio por una cámara colocada en un globo aerostático de origen estadounidense en 1930. Dieciséis
años más tarde se tuvo registro gráfico
captado desde un cohete. Se trataba
de un misil que portaba una cámara de 35 mm con la capacidad de tomar una foto
cada segundo y medio, en blanco y negro. Así se obtuvo la primera imagen desde
más de 100 km de distancia de la superficie terrestre, una altura 5 veces superior
a la registrada por primera vez.
Le siguieron las fotos
que se extrajeron del rodaje realizado
por Titov en 1961 durante las 17 vueltas que dio al globo terrestre, realizadas
a 300 km de altitud. Otras más
tomadas desde satélites artificiales y
naturales, así como la famosa imagen
en la que aparecen la Luna y la Tierra
en la misma toma, fotografiada por el astronauta Neil Armstrong cuando descendía a la superficie lunar a bordo del
Apolo 11.
Además de las imágenes satelitales, la vista desde los
observatorios, los telescopios, registros de los astronautas, se han descubierto nuevas imágenes, tal vez no sean de la tercera roca del Sol, quizá correspondan
a otro planeta, y no de los ya reconocidos.
El responsable de las imágenes es el fotógrafo inglés Jason Tozer, que sin solicitar de un permiso especial o espacial a la NASA, y desde
la comodidad de su estudio tiene en
su archivo espectaculares instantáneas
de burbujas de jabón que bien podrían pasar como planetas.
Tozer utiliza jabón,
un aro y una técnica de iluminación impactante, con los que es capaz de crear una mezcla de colores y texturas que
originan escenas que podrían confundirse con las imágenes de un
cuerpo celeste.
Jason Tozer empleó una cámara Hasselblad y un lente de 135
mm para capturar la superficie
tornasolada de distintas burbujas. El fotógrafo desarrolló una técnica
especial en el manejo de la luz que
le permitió iluminar cada burbuja y hacerla reflejante. Iluminó a cada una de
manera distinta y utilizó un aro para manipular las texturas y remolinos
obteniendo cuerpos que asemejan planetas,
sólo que con más colores casi
llegando a ser psicodélicos.
Para conocer más de la obra de Jason Tozer sólo den click
sobre su nombre.
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