La velocidad de la bala


El tener un arma en nuestras manos no es un juguete. Existen sociedades que tienen una predilección y disposición a coleccionarlas y usarlas con diferentes fines. La parte negativa -quizá hablando de armamento todo es negativo- es cuando son utilizadas contra un ser vivo.



El documental Masacre en Columbine [Bowling for Columbine] dirigido y protagonizado por Michael Moore nos muestra de manera cruda el fenómeno de la violencia en los Estados Unidos a partir del tiroteo registrado en el Columbine High School.



En este documento se expone la facilidad con la que se puede adquirir un arma, incluso, como regalo por abrir una cuenta bancaria. Hace un análisis sobre el miedo que tiene la sociedad de salir afectado por algo o alguien, por lo cual su única salida es protegerse y defenderse con una arma de fuego.



Es indiscutible que las armas fueron creadas para la autodefensa y para la caza. En la actualidad a través de los medios de comunicación vemos que se ocupan para oprimir al otro de diferentes formas: una intervención internacional en otra zona del planeta, asaltos a mano armada, sometimiento de pueblos, enfrentamientos con las autoridades y un sinfín de ideas que se puedan tener. Un arma significa poder, quien la tiene, decide el destino.



En términos técnicos el arma se considera como un “dispositivo que amplía la dirección y la magnitud de una fuerza”. Aquí hablamos de los diferentes tipos como las pistolas, rifles y metralletas, entre otros.



Quién resulte amenazado sabe de los alcances que tiene, por lo cual, en ocasiones, descarta huir, ya que corre el mismo peligro de ser alcanzado por una bala. El temor de resultar herido o perder la vida está latente a cada momento, inclusive con sólo escuchar detonaciones.



Con la velocidad a la que viaja la información en nuestros tiempos, hemos sido testigos de guerras en vivo, donde los noticiarios transmiten a diario las cruentas batallas en diferentes regiones del mundo. Vemos cómo lanzan cohetes, misiles y los disparos de los soldados de ambos frentes. Si analizamos a detalle, no vemos la forma en que sale la bala o el artefacto que busca incrustarse en un objetivo.



La velocidad con la que salen disparados es imperceptible para el ojo humano. Sólo se percibe el fuego que provoca la detonación y el humo de la pólvora. Nunca distinguimos el momento exacto de la salida del proyectil y mucho menos cuál fue el punto exacto de su objetivo.



Al ser una acción que carece de pruebas fehacientes que los ciudadanos podemos conocer -ya que las armerías realizan demostraciones a sus clientes para mostrarles paso a paso el mecanismo de sus productos, por lo cual ellos sí saben cómo sucede-, el fotógrafo finlandés Herra Kuulapaa decide mostrar este proceso.



Su documentación se basa en una serie de fotografías que muestran la velocidad con la que son disparados los proyectiles, en otras palabras, la balística. Con esto busca demostrar el comportamiento de los diferentes componentes que intervienen en una detonación, desde el arma hasta la manipulación del ser humano.



Sus fotografías balísticas otorgan información amplia sobre la transición de un disparo, cómo es despedida la bala por la boquilla del cañón y su viaje por los aires con una precisión inigualable.



Kuulapaa es muy cuidadoso en el manejo de las armas, por ello nunca deja de mencionar las debidas precauciones que se debe tener al portarla, la seguridad que debe rodear el lugar donde se realizan las sesiones fotográficas y el manejo adecuado. A través de su sitio deja claro que no participa en ninguna actividad política, ni de racismo u odio contra el alguien.



Si quieren conocer más sobre los trabajos de Herra Kuulapaa, den click en su nombre.

Comentarios

  1. en lo personal no me gustan las armas lo ideal seria que no se usaran ni como
    deporte ya que algunas personas las usan para cazar animales o en las guerras,para mi es cuestion de violencia y no es agradable,en cuanto ala publicacion me parece bueno saber la velocidad los usos etec.felicidades a indie emergente

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  2. Las armas no tienen la culpa de las matanzas ni del mal uso de las mismas. Los responsabloes y/o culpables son las personas, las personas que las manejan. Asi de igual para un vehículo, segun como se lo utilice puede ser un medio de transporte útil o un elemento de mas de una tonelada capaz de matar a cientos de peatones.... como dije: todo es segun quien y como lo use.
    Respecto al informe: hermosas imagenes de disparos. .. y bellos plomos. Saludos

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  3. Agrego, me crié entre armas. Y soy Legitimo Usuario de Armas de Uso Civil Condicional, tengo en mi hogar varias armas y de grueso calibre y tengo hijas de5 y 2 años.. saben que son y que las pueden ver y tocar las veces que quieran, siempre bajo mi supervision, tal y cual me lo enseñaron a mi. Practico en un polígono cada semana. Recargo mi propia municion. Nunca tuve un accidente con armas y nunca vi uno. SOLO SE LE TEME A LO DESCONOCIDO. Si aprenden a manejarun arma no hay pporque tenerle miedo.

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