Constelaciones
Mirar al cielo siempre produce un estado de relajación, sobre todo cuando está
despejado, y mucho más en aquellos
lugares donde aún se percibe el azul.
En otras zonas donde todavía se logran divisar
esos objetos astronómicos,
enormes esferas de gas que producen su propia luz, resulta un espectáculo de la naturaleza inigualable.
A
las estrellas se les encuentra en
una variedad de tamaños y colores. Comenzando
por la más perceptible, el Sol, una estrella amarillenta de tamaño promedio.
Las estrellas que son más pequeñas son rojizas y las que son
más grandes son azules.
Las
estrellas que se pueden observar en una
noche clara forman determinadas
figuras que llamamos "constelaciones"
[com (con=reunión) y stelar (estrella=brillante), reunión de estrellas], y que
sirven para localizar más fácilmente la
posición de los astros. Agrupaciones que aparecen en la esfera
celeste y que toman su nombre de figuras
religiosas o mitológicas, animales u objetos.
Científicos,
astrónomos, físicos o los aficionados y apasionados de observar a detalle el manto estelar se toman su tiempo para contemplarlo y estudiarlo, encontrar
las formas de las famosas constelaciones,
claro, entre una diversidad de investigaciones que realizan los estudiosos en
la materia.
La Osa mayor, menor, Hércules, Corona boreal, Pegaso,
Cáncer, Leo, Acuario, Sagitario, todas las constelaciones del Zodíaco, por mencionar algunas, son
agrupaciones de estrellas que se unen mediante trazos imaginarios, dando así forma a estas figuras singulares.
La constelación ayudaba a recordar y reconocer las estrellas que servían de orientación a los antiguos navegantes
y viajeros de los desiertos, así como a elaborar calendarios agrícolas y religiosos. Para ayudar en la transmisión
de su conocimiento se crearon mitos
que contribuían a darle un carácter sagrado a su existencia y recordarlas.
Para
los que no estamos familiarizados con los patrones de las estrellas no es fácil
encontrar las constelaciones en el
cielo nocturno, se necesita la ayuda de un
mapa o carta que nos guíe.
En
Nueva York reside una artista japonesa
que ha aterrizado y creado algunas
constelaciones perceptibles al ojo humano a una corta distancia.
Nos
referimos a Kumi Yamashita, quien hilvana
hilo negro sobre la inmensidad de una
densa constelación de clavos galvanizados sobre una base de madera blanca
formando rostros humanos. Serie de esculturas que dan la impresión de ser fotografías y a la que ha titulado Constellation.
Cada
una de las obras lleva un proceso de
trabajo de por lo menos un par de
meses. Kumi pinta el contorno de la
imagen sobre el panel de madera
blanco. Luego, como si se tratara de la agrupación de objetos luminosos, traza la constelación de clavos sobre
la que se extenderá el hilo conductor de
cada retrato.
Para
que algunas zonas de la obra adquieran más oscuridad, profundidad y
dimensión Kumi Yamashita aumenta la
cantidad de veces que el hilo es enrollado alrededor de cada clavo.
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