El otro yo


Blanco y negro, luz y oscuridad, día y noche, sol y luna, no pueden existir el uno sin el otro,  representan una dualidad, son principios complementarios e inseparables, como el yin y el yang.




El yin y el yang es un símbolo dinámico que representa la continua interacción de dos energías y su equilibrio. La unión simboliza armonía, es por eso que no pueden ser concebidos por separado, son interdependientes, es un duplo de todo lo que existe en el universo. Sin la integración de ambos no se genera vida.



Cuando una de las energías alcanza su máxima expresión inicia la transformación de su complemento. El yin es la fuerza de lo femenino, representa el lado oscuro, la noche, la tierra, la pasividad, la luna, el agua, la absorción. Mientras que el yang es el principio de lo masculino, la luz, el sol, el fuego, el paraíso, el cielo, la actividad, la penetración.



La unión de lo femenino y  lo masculino da paso a la creación, por esa razón el ser humano sea de un género u otro lleva consigo el complemento contrario, es decir, tanto hombres como mujeres tenemos un lado femenino y uno masculino. En algunas personas predomina más uno que otro y esto es independiente al género, es decir, que algunos hombres pueden haber desarrollado más su lado femenino y algunas mujeres el masculino, sin que implique que sean homosexuales. Es un tema psicológico, no sexual o de género.



Reconocer que poseemos un complemento hace que tengamos una vida más equilibrada y ayuda a comprender mejor al otro.



Existe un segmento minoritario de la sociedad integrado por hombres que expresan su lado femenino, sin dejar de lado el masculino, aún exhibiendo su aspecto como mujeres de pies a cabeza, el arreglo del cabello, el cuidado del rostro, el vestido, el caminar, y lo hacen de manera exacerbada, maquillaje exagerado, las pelucas grandes de colores, actuando conforme a lo que conocemos como estereotipos de una mujer, pero de una forma aumentada, sabemos que detrás de la creación de ese personaje hay un hombre. Nos referimos a los drag queens.



Un drag queen es un hombre que se viste con ropas femeninas de forma satírica y extravagante. Es un tipo de transformista, pues el uso de las indumentarias está ligado a cuestiones artísticas. La actuación de la mayor parte de los drag queens, sean homosexuales o no, poco tiene que ver con la orientación sexual del artista.



En los años 60 en Nueva York, el hecho de ser un drag que salía a la calle era ya un performance que intentaba gritar una acción política, de ahí que la identidad de un drag es casi un manifiesto.



Fascinado por estos personajes, por el proceso de transformación, el fotógrafo neoyorkino Leland Bobbé desarrolló el proyecto Half Drag… A Different Kind of Beauty. Una serie de retratos de drag queens que exponen su otra mitad, la dualidad de su parte femenina y masculina.



Bobbé retrata el álter ego de estos hombres en una sola imagen con la finalidad de explorar la intersección entre hombres y mujeres y derribar las barreras físicas que los separan.



Las imágenes reflejan cómo a través del poder del cabello y el maquillaje estos sujetos son capaces de convertirse en glamourosas damas, encontrar su yo femenino pero conservar su otra mitad masculina.



Los rostros de sus modelos fueron captados en una sola toma, es una fotografía y no dos imágenes separadas, justamente siguiendo la línea de su objetivo, en una persona existen los dos principios, juntos, no de manera aislada. Los retratos no fueron retocados digitalmente, son el resultado de un trabajo que tardó de 1 a 2 horas en el arreglo de cada drag queen y la realización de 45 minutos. El resultado: fotografías naturales, sin ningún proceso de edición.



Para Bobbé lograr este proyecto solamente le costó un primer disparo, cuando capturó la primer instantánea y fue publicada en Facebook, prontamente descubrió fotos de otras reinas a las que contacto por la misma red social.



Imágenes provocativas que representan una minoría, pero que ponen de manifiesto la unión de lo femenino y lo masculino y el llamado al reconocimiento de que sin el uno no es posible que exista el otro.



Si quieren conocer más trabajos de Leland Bobbé den click en su nombre.




Comentarios

  1. EXELENTES LAS IMAGENES DE TRANSFORMACIONES EN LOS HOMBRES,SON ARTISTICAS AVIVAN LA EXPRESION DE LA CARA YA QUE LO CONTRARIO SERIA MUY DIFICIL HACER UN CAMBIO DE UNA MUJER A TRANSFORMARLO EN HOMBRE SE VERIA AFEMINADO,FELICIDADES A INDIE EMERGENTE

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Tabla periódica ilustrada

Calavera Indie Emergente

No juzgues a una mujer por como viste