Realidades alternas
La realidad o lo que acordamos como real, ya no
es lo que solía ser. Varios sucesos que acontecen en la vida diaria nos
dejan sorprendidos porque pensábamos que sólo ocurrían en las historias de ficción y nos damos cuenta
que han superado el plano de lo real.
El concepto de realidad es definido como “aquello que parece ser”. La realidad
es fundamentalmente un acuerdo. Cosas
existentes y la relación que éstas mantienen entre sí. Una definición que ha sido ampliamente debatida en el campo de la filosofía
por mucho tiempo. Básicamente la dificultad siempre estribó en el grado de importancia que se le daba al
papel de los sentidos en la comprensión del mundo.
La
idea de que existan otras dimensiones
es latente y ha dado pie a múltiples
teorías durante muchos años. Albert
Einstein es uno de lo científicos que especuló
sobre la posibilidad de la existencia de un universo paralelo -una realidad
alternativa que coexiste en diferentes líneas temporales-.
Hace
poco se confirmó la existencia de
universos paralelos. El astrofísico George
Efstathiou anunció la primera
evidencia de la presencia de un número indeterminado de “multiversos”. Esto explicaría las anomalías que
aparecieron en un mapa que mostraba una
importante concentración de radiación en la mitad sur del cielo, y un punto
frío, anomalías predichas en 2005, que sólo
pueden corresponderse con el efecto de gravedad generada por otros universos.
Realidades alternas, universos o mundo
paralelos, dimensiones de la realidad han sido representados en el arte, el cine, la pintura,
la fotografía, la ilustración. Muestra de ello son los cuadros surrealistas
de Salvador Dalí, René Magritte o Roger
Dean, pintores que inspiraron el trabajo del artista que hoy les
presentamos.
Originario
de Suiza, Thomas Barbèy es un fotógrafo
nómada, recorre el mundo captando
diversos paisajes pero con la finalidad de transformarlos. Manipula las
imágenes creando escenarios que parecería
imposible que convivieran, yuxtapone
fotografías para dar vida a mundos nuevos,
de fantasía, surrealistas, que jamás existirían si no fuera por la
imaginación del artista.
Barbèy
hace fotomontajes en blanco y negro,
y en ocasiones en sepia, con
propósitos meramente artísticos. Combina imágenes creando situaciones surrealistas. Su
proceso de montaje comienza con el
concepto, después las tomas y la selección de negativos.
Tiene
un método muy peculiar de seleccionar
las fotografías que posteriormente integra para hacer una sola. A este
proceso lo denomina “So What?” que
consiste en combinar dos o más negativos,
si el resultado final no le genera el impacto que esperaba y no lo
convence Barbèy se cuestiona: “sí, es una imagen inusual un reloj gigante en el
medio del océano, pero si lo miro y me digo a mi mismo ¿y qué?, eso significa
que no es suficientemente bueno. Si por el contrario, un trasatlántico va por
un agujero en forma de embudo que va directamente a China, adquiere un
significado totalmente nuevo”. Así es como Thomas Barbèy le da sentido a su obra
surrealista, a las dimensiones de la realidad.
Posteriormente, realiza una cuidadosa elección de
métodos de impresión, como la combinada,
doble exposición, collages fotográficos. En ocasiones, el trabajo lo retoca con aerógrafos para posteriormente
volver a fotografiarlos o el tradicional retoque
digital mediante Photoshop. De esta manera obtiene un negativo máster que
le permite hacer una edición limitada de impresiones.
No descarto que existan otros planos de la realidad.
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