Las cosas no son lo que parecen



Frecuentemente relaciono el frente de la estética de los carros con alguna expresión humana, como la forma de los faros; la parrilla me da la impresión de estar viendo un rostro. La cara de un vocho siempre es sonriente y amigable, en cambio un Bora es la seriedad, o un Peugeot o un Mazda son agresividad.




¿Alguna vez al observar un objeto, le han encontrado un rostro o una figura? ¿Saben por qué pasa eso? El ser humano ve rostros o figuras en  los objetos o en los lugares más insólitos debido a que experimenta pareidolia. Esto no es exclusivo de unos cuantos, le sucede a la mayoría.




La pareidolia no es más que una alteración perceptiva de nuestra mente. Se presenta cuando a través de cualquier objeto o situación real, generalmente poco estructurado, percibimos algo distinto asociándolo a patrones conocidos.




Es un fenómeno psicológico que consiste en que un estímulo vago y aleatorio -regularmente representando en una imagen- es percibido erróneamente como una forma reconocible. Como cuando observamos las nubes y creamos ciertas imágenes, por ejemplo la anatomía de animales, o cuando le vemos a la Luna ojos, nariz y boca o siluetas humanas en las montañas.




Se conocen casos en los que la gente cree reconocer la figura de un santo, la virgen, un ídolo, la cara de un personaje de la farándula, en un muro, un sartén, una tostada, una piedra, un árbol, en el pavimento, en un trozo de hielo, en lo que sea. Sucesos que para algunos, podrían tener explicación en la pareidolia. Algunos científicos declaran que la pareidolia también puede ser el producto de nuestras expectativas. Y seguramente también depende de la creatividad de cada quien.




La fuente de inspiración de estos efectos ópticos pareidólicos la podemos encontrar en la naturaleza, las nubes, el fuego, el humo, las sombras, en alimentos, cualquier artículo, la arquitectura.




Ejemplos de este tipo de ilusiones ópticas, percepción imaginada de un patrón o un significado donde no lo hay, han sido compiladas en sitos y redes sociales, una de ellas es la cuenta de Twitter de Faces in Things , donde se pueden ver simpáticos casos de caras en cosas o cosas con caras.




Dicho espacio ha publicado divertidas fotografías de rostros ocultos contenidos en los objetos, los edificios y las cosas cotidianas. Fue creado hace un mes y ha conseguido más de 270 mil seguidores.




Probablemente se han topado con varios rostros conocidos en su andar cotidiano e incluso en sus hogares, centros de trabajo o escolares. Y si no, tal vez sea una buena idea jugar y dejar volar la imaginación  para descubrirlos.




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