Las vísceras de una muñeca
Por qué se piensa que a las bebés y las niñas deben de tener muñecas, no
lo sabemos. Todo parece indicar que es una cuestión social que deriva del
supuesto que se deben de preparar para la maternidad. Es un chip que
desgraciadamente en la mayoría de las sociedades prevalece.
La muñeca por excelencia e icono de la feminidad es Barbie. Una creación
estadounidense que permea todo el pensamiento colectivo de un estándar de la
mujer: alta, delgada, rubia, ojos claros y con unas medidas envidiables. Miles
de mujeres luchan a diario por ser parte de un estereotipo.
De la novia de Kent en adelante siguen cualquier tipo de muñecas de
distintas calidades y sutilezas estéticas; ella es el parámetro, the only one.
Algo que se le critica a la rubia es su torpeza cuando es animada,
cuando se le adjuntan características de una profesión u oficio; sigue
inmaculada haga lo que haga. Entra en la línea de que las rubias son tontas,
algo que además de ofensivo, encasilla a millones de mujeres.
Se dice que no tiene nada dentro, lo que nos lleva a pensar que entonces
todos quieren saber qué es lo que tiene dentro la muñeca… no olvidemos que es
un juguete y un personaje ficticio.
Así quieren saber qué hay dentro de una muñeca, sólo basta tener un
estómago a prueba de vísceras y la sangre caliente para evitar que se les
congele, porque la artista japonés Mari Shimizu nos muestra las entrañas de sus
creaciones.
La colección de muñecas es una exposición al terror, a la evocación de
pesadillas de cualquier infante, al gore infantil, siempre y cuando los papás
sean Rob Zombie, George Romero o Freddie Krueger.
Los rostros de Shimizu tienen una tristeza nostálgica que empaña el alma
y mientras bajamos la mirada vamos encontrando que presentan una disección,
como si fueran un cuerpo objeto de una autopsia.
En lugar de vísceras encontramos una serie de dioramas, entes de
diferentes especies que salen de su interior para mostrarse, situaciones que se escapan
de la imaginación proviniendo de un juguete que sólo buscaba divertir a una o
un pequeño.
Si quieren disfrutar más de la colección de Mari, den click en su nombre…
también se vale si la quieren evitar.
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