La lucha diaria de las mujeres... con ellas mismas
Todos, o casi todos, tenemos algún problema con nuestro físico: los delgados quieren estar más llenitos, los llenitos quieren estar delgados; los que tienen el cabello lacio lo quisieran rizado, los rizados prefieren el lacio; el cabello negro se prefiere claro, quien lo tiene claro, quiere el negro, y así muchísimos casos más.
Las mujeres por lo regular comentan que los hombres la tiene fácil para presentarse ante la sociedad, sólo necesitan un pantalón una camisa o playera y ya están listos; la historia parece completamente diferente con ellas.
Requieren más tiempo para su arreglo y una vez que pasaron dos horas, se
dan cuenta que no era lo que querían. Siempre están en la búsqueda constante de
un cambio, de verse más guapas de lo que ya son, de agradar al espejo, y por
qué no, a alguien más no estaría mal.
La cantidad de atuendos que pueden tener es increíble: una blusa
especial que combinen con esos zapatos especiales. Faldas, pantalones, shorts,
mallas, blusas, camisetas, chamarras, suéteres y más algodón y fibras al por
mayor. Viéndolo desde esta perspectiva, tienen razón, los hombres la tienen más
fácil.
Cassandra Calin tiene 21 años y es una artista que pasa a diario por
situaciones similares. Vive en carne propia el disgusto por sus desatinos en la
elección de atuendo, sufre los cambios hormonales y el vaivén de la
sensibilidad, no puede negarse a las delicias que contienen azúcar y padece la
necesidad de utilizar sus manos cuando tiene las uñas recién pintadas.
Su creatividad la lleva a reírse de si misma [y de millones de mujeres]
al crear una colección de viñetas que ejemplifican la lucha diaria por mantenerse
en equilibrio, aunque la balanza se inclina naturalmente hacia otro lado. Diversión e identificación al límite.
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