Esculturas galácticas


La fascinación del ser humano es la cultura popular. A lo largo de los años el pop ha llegado para quedarse eternamente y la industria del entretenimiento lo tiene muy claro, de ahí que las generaciones siempre tienen un icono al que seguir.


Es posible que uno de los estandartes por excelencia sea la saga de Star Wars. Desde su concepción hasta el 2015, fecha de salida de la más reciente entrega, acumula una legión de seguidores numerosa alrededor del mundo.


Abuelos, padres, hijos y nietos comparten este universo creado por George Lucas. La historia la conoce hasta el que se hace el desentendido. La trama es retomada por otras películas, series, historietas y caricaturas. La famosa frase “soy tu padre” y la respiración de Darth Vader son identificables a kilómetros de distancia.


La probabilidad de que se haya posicionado en el imaginario colectivo podría deberse a una batalla entre el bien y el mal fuera de la Tierra, es más, en una galaxia tan, tan lejana que ni figura el planeta azul.


Además, en pocas ocasiones se ve una división tan marcada entre la preferencia del público entre el bien y el mal. Hay quienes siguen a cabalidad la personalidad y físico de Lord Vader y otros más sueñan con la posibilidad de convertirse en un caballero Jedi y blandir el sable de luz. Dudamos que alguien quiera ser C3PO o Jar Jar Binks [excepto Ronaldinho, claro está].


La construcción de ídolos se da a partir de hazañas que parecen infrahumanas, aquellas que un ser humano común y silvestre no podría realizar. De ahí se desprenderían los mitos.


Esta concepción es utilizada por el artista francés Travis Durden al pensar que las sociedades son las únicas que pueden elevar de rango un elemento de la cultura pop, inclusive convertirlo en un culto divino, tal como lo vemos en los estrenos cuando un ejército de personajes starwarianos acude a las salas de cine.


Su habilidad la dirige a fusionar esculturas del Renacimiento con los personajes de la Guerra de las Galaxias, logrando una obra que combina lo contemporáneo con lo clásico: Myths & IdolsLas imágenes, por su color y tallado, nos pueden confundir por el bagaje histórico que tenemos de acuerdo al arte. Las esculturas siempre son inmaculadas, así que por regla de oro volteamos a ver el cuerpo y terminamos con el rostro, si en este caso hacemos lo mismo, nos llevaremos una sorpresa que genera ruido: la parte superior, cabeza o aditamentos ha sido usurpada por una pieza del Lado Oscuro o de la Fuerza.


Para conocer más de Travis Durden, den click en su nombre.

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