Las "segundas" se ponen pop
El adquirir artículos variados son acciones que ejecutamos las personas
día a día. Comprar cosas para la casa, para nosotros o para los mascotas son
acciones que cubren ciertas necesidades que tenemos.
Todo parecería indicar que la ropa entra en el rubro de necesidad
primordial, ya sea porque en realidad si es una necesidad o simplemente por
estar a la moda. Las tiendas departamentales se abarrotan cuando es el final de
temporada.
La compra de objetos que están en rebaja es el inicio de aglomeraciones
por obtener un mejor precio, accesible para la economía de muchos o presumible
por haberlo conseguido a mitad de precio [aunque ese pudiera ser su precio
real].
Hay un tipo de personas que se va más allá de las rebajas de temporada;
es más, no tienen que esperar a que llegue esa época: son los que se van a esos
lugares llamados mercados o tianguis de “segundas” o de “pulgas”.
Se les conoce de esta forma porque lo que venden es usado, nada es
nuevo, pero en muchas ocasiones, los objetos están en perfectas condiciones para
seguir cumpliendo su misión, obviamente, con un periodo de vida menor.
Se pueden encontrar cosas como ropa, calzado, máquinas de coser,
billetes, refrigeradores, lámparas y todo lo que se considere antiguo. En la
ciudad de México es muy famoso el tianguis de La Lagunilla donde los
coleccionistas lo visitan cada domingo para conseguir objetos
valiosos por su historia a buen precio.
Un caso similar es el que vive el artista David Irvine, pues le gusta
recorrer las galerías de arte de segunda para adquirir pinturas viejas de
autores desconocidos, pero con una clara inclinación por las corrientes
clásicas del arte.
Lo que es un hecho es que Irvine no las quiere para colgarlas en las
paredes de su casa o para revenderlas tal como están. Las somete a un proceso
de limpieza y mantenimiento para prepararlas para lo que les depara, que
tampoco es el fondo de un bote o bolsa de basura.
Una vez que las tiene listas, las reversiona agregándoles iconos de la
cultura pop encima de los paisajes o situaciones que el pintor original quería
expresar. Adapta cada uno de los paisajes en contextos que toman una condición
humorística [aunque quién sabe si para los puristas sea igual de gracioso].
Esta mezcla de lo clásico con la cultura pop se vuelve reveladora a la
hora de observarse, porque busca romper paradigmas y la seriedad de las obras.
Pasan de ser un cuadro que se vería bien en la sala de los abuelos a uno que
toma otra dirección en una estancia de una galería, casa o departamento más
alternativo.
El estilo creativo de David se atreve a poner a pescar a Darth Vader en
un lago campirano, convertir a Jason Voorhees en un jardinero a lado de una
bella dama o instalar a Pac-Man a las afueras de un pueblo ante la mirada
temerosa de los fantasmas.
Si les gustó lo que hace David Irvine, den click en su nombre para ver
otros trabajos.
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