El arte de hacer sushi

Si hablamos de comida, una de las más reconocidas y consumidas en el planeta son los rollos de sushi. Un plato japonés hecho a base de arroz cocido con vinagre, azúcar y sal, al cual se le agregan otros condimentos como verduras, pescado o mariscos.

No existe una plaza comercial que no tenga un local donde vendan comida japonesa, y por supuesto, el tan solicitado sushi. Su practicidad radica en que cada rebanada es del tamaño de un bocado, por lo cual es fácil y rápido de comer.

El sushi tiene diferentes presentaciones y variedades como el que esta enrrollado en una hoja de alga, como albóndiga, en una bolsa de tofu y servido en un cuenco de arroz. Contrario a lo que todos pensamos, el sushi no tiene su origen en Japón sino en China, donde recibe el nombre de kanji.

Para algunas personas resulta un poco complicado comer sushi con los palillos de madera [hashi] por la dificultad de maniobrar para tomar el alimento y llevarlo a la boca [pareciera que es más fácil aterrizarlo de nuevo en el plato, la mesa o el piso]. Lo que sí es indispensable es que este alimento se coma con utensilios de madera, evitando el metal porque altera el sabor.

Rompiendo una vez más las barreras de la imaginación, la artista y makizushi japonesa Takayo Kiyota toma como lienzo los sushis para replicar obras de arte o iconos populares.

Su creatividad va más allá de lo imaginable, ya que con gran destreza y habilidad colorea y distribuye el arroz a lo largo de las hojas de alga, de abajo hacia arriba, y luego pasa al proceso de enrollarlo.

Lo impresionante no termina ahí. Una vez que ya está el rollo preparado viene los cortes transversales que descubrirán el diseño que Kiyota imagino. Lo más curioso es que ni ella misma sabe cuál será el resultado final.

Al separar los trozos podemos darnos cuenta que cada uno de ellos tiene una ligera diferencia, no son iguales, lo que le da a su obra comestible la apariencia de ser irrepetible.

La artista reconoce que se debe tener una gran paciencia para elaborar el sushi, ya que la colocación errónea de un arroz puede echar abajo toda la intención de la obra.

Para conocer más de Takayo Kiyota, den click en su nombre.