La masculinidad

A los hombres se les ha inculcado que no deben llorar, no deben mostrar debilidad, en ellos no debe existir el lado sensible, pues son el género fuerte, el valiente, el que no se quiebra, pero ¿en verdad mostrando ser los rudos y no dejando expresar sus sentimientos, definen su masculinidad?

Existen diversas formas de describir el concepto de masculinidad, varía de acuerdo a la sociedad y la cultura donde se desarrolla, además, con el paso de los años la significación evoluciona.

En términos generales lo que se entiende por la masculinidad es un cúmulo de atributos asociados al rol tradicional de la categoría varón, aquellas características que son imputadas al género, como lo son: la fuerza, la virilidad, el triunfo, la competencia, la seguridad, el no mostrar afectividad, que son resistentes, dominantes.

De manera que a lo largo de la historia hasta nuestros días, por lo menos en los países occidentales, los hombres, al igual que las mujeres, han sufrido una gran presión social para responder con comportamientos que se asocian a los roles asignados a su género.

La identidad masculina es algo que se construye con el aprendizaje y se nos ha enseñado que mientras más alejado se encuentre este concepto de la feminidad más masculino se considera.

Existe una luz en el camino, en el proceso de la construcción de la identidad masculina que encontramos en el carácter sociocultural, el cual nos hace entender que este concepto puede ser modificado con la finalidad de alcanzar una sociedad más justa, donde se toma conciencia de la necesidad de crear nuevas formas de relación entre hombres y mujeres.

Veamos cómo la masculinidad no está peleada con la afectividad, las emociones, la sensibilidad, la melancolía, en la obra del artista canadiense Andrew Salgado.

El pintor con residencia en Londres, interesado en la historia que hay detrás de cada persona, explora los conceptos de la masculinidad y la identidad a través de pinturas enérgicas, gestuales, emocionales, las cuales están compuestas de frotis -la extensión que se realiza sobre un portaobjetos de una muestra o cultivo con objeto de separar lo más posible los microorganismos para posteriormente ser observados bajo un microscopio- hábilmente colocados y goteos de pintura en aerosol. Logrando retratos psicológicos de personajes desgarrados por el dolor, la ansiedad y la frustración.

El arte de Salgado se basa en la pintura gestual, que consiste en plasmar con total libertad el sello del artista, su "gesto" se hace notorio en la aplicación de la pincelada. Pone de manifiesto los estados de ánimo, los sentimientos y personalidad del artista.

Sus pinturas figurativas abstractas  -aquellas en las que los elementos tienen relación con la realidad aún cuando no estén representados con realismo-, provocan un  gran impacto visual, pues explora conceptos relacionados con la destrucción y reconstrucción de la propia identidad humana.

La obra de Salgado refleja la naturaleza humana, la identidad del individuo, la sexualidad y busca ir más allá de lo inmediatamente visible para reconsiderar continuamente la pintura figurativa. Plantea, no sólo el lado tangible y la falta de permanencia del cuerpo, sino también el interior, la fragilidad del ser.

Los trazos fuertes, duros, gruesos y marcados -características que bien pueden atribuirse a los varones-, plasmados en los retratos de Andrew Salgado, son capaces de transmitir el lado sensible, vulnerable, nostálgico, dramático del “sexo fuerte”.

Andrew Salgado describe su obra como: “Mis pinturas presentan una perspectiva de un cuerpo masculino en estados elevados de brutalidad melodramática. Estoy interesado en la representación de temas banales y alegóricos, en que las representaciones se refieren a su propio físico a través de la aplicación de la pintura gestual”.

Para conocer más de su obra den click en Andrew Salgado