Fotografiando el terror





Es un hecho que muchos de nosotros somos masoquistas, en ciertos sentidos. Entrando directo a la materia, nos referimos al gusto por las películas y series de terror, o a cualquier visual que nos provoque miedo.



Nos gusta sufrir, temblar, cerrar los ojos y estremecernos cuando el audio sube de nivel, la sangre sale disparada y queda tendido un cuerpo inerte después de padecer algún ataque de seres malignos.



Sabemos que las consecuencias vendrán después. No queremos estar solos, mucho menos dormir sin alguna compañía o con la luz apagada. Sentimos que los engendros malvados y perversos se nos van a aparecer para surtirnos la misma dosis de ataques frenéticos. Inevitablemente, creemos que seremos las siguientes víctimas.



La sensación del miedo no es privativa de la oscuridad, también a plena luz del día y en cualquier lugar apacible puede aparecer. Hay imágenes que hacen que el flujo sanguíneo se detenga y el corazón palpite de forma vertiginosa.



Y en realidad, los creadores de imágenes de horror es lo que buscan, que el miedo penetre hasta las fibras nerviosas, que nos agite, que pensemos que somos observados por la maldad y que decidamos correr ante un peligro inminente. Si no fuera así, entonces estaríamos hablando de una mala representación.



Una de estas personas que le gusta jugar con el terror y que vive de producir el miedo a las personas, es el fotógrafo del terror Joshua Hoffine, fanático de la psicología del miedo y los cuentos de hadas. Su gusto lo ha llevado a crear la colección Horror Photography.



El concepto surgió cuando les contaba cuentos a sus hijas antes de dormir. La simple idea de que la literatura de fantasía tiene en sus letras a personajes como la bruja, el ogro y los monstruos, por lo general, antagónicos, le permitió ver que cada uno de ellos también se encuentra en las películas.



Su camino como fotógrafo cambió de rumbo al trasladar los cuentos de hadas a un sadismo explícito en su trabajo, y por el cual se ha ganado el título de fotógrafo del terror.



Bajo la consigna de “mostrarte lo que no quieres ver”, Hoffine se encarga de crear fotografías que muestren los miedos universales por la vía de seres que producen un sentimiento de temor, que quizá venga desde la niñez.



Cada imagen busca apoderarse de la inseguridad de las personas, hacer que se sientan vulnerables y dejarlos que piensen que su final es inevitable. Algunos podrían llegar a estremecerse, pero otros también pueden reírse. Joshua busca ser lo más realista posible para convencer al espectador de que lo que ve es auténtico.



Las fotografías son tomadas bajo los deseos y concepción de su autor. En ocasiones, ha capturado por separado diversos elementos que más adelante formarán parte de la imagen total, ya que cada uno de los cuadros fue retratado en el mismo lugar y con la misma intensidad de luz.



Si quieren conocer más de la casita del terror de Joshua Hoffine, dar click en su nombre.

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