La fábrica de galletas de Google
Si hay secretos mejor guardados, esos son los de Google. Lo mismo sucede para aquellos que osan entrar a sus cuarteles generales en cualquier parte del mundo donde se encuentren. Sabemos que dentro de ellos es una pachanga, pero de niveles intelectuales altísimos.
La forma de trabajar es abierta, con pasatiempos para la distracción y eso si, olvidarse de andar de traje, eso no se vale. Lo que si, es que cada integrante debe cumplir cabalmente sus misiones de trabajo.
Y que mejor manera de trabajar que en estas oficinas que les mostramos. Sus espacios innovadores siempre están a la vanguardia y en esta ocasión, compraron una antigua fábrica de galletas para transformarlo en una especie de ático gigante, resaltando la hamaca inmensa que tienen.
Google sí sabe consentir a sus empleados.
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